Después de la Cámara de Representantes, ahora el Senado votó a favor de una enmienda destinada a consagrar el matrimonio homosexual en la Constitución, allanando el camino para una votación en el Congreso antes de que comience el año 2023. Los obispos conservadores estadounidenses denunciaron una amenaza contra la libertad religiosa.
La Ley de Respeto al Matrimonio es la enmienda progresista final que la administración Biden intenta aprobar antes de que la legislatura, bajo la cual los demócratas aún tienen una mayoría, llegue a su fin a principios de enero de 2023.
El proyecto tomó forma a raíz de la decisión de la Corte Suprema en junio de 2022, que puso en entredicho el derecho federal al aborto, y especialmente desde que un juez supremo, el muy conservador Clarence Thomas, sugirió que el matrimonio homosexual ahora estaría en la mira del máximo tribunal estadounidense, garante de la Constitución del país.
Como era de esperar, la Cámara de Representantes votó con una abrumadora mayoría a favor de la enmienda en julio de 2022, con 220 demócratas unidos a 47 republicanos. Pero para asegurar la votación en el Senado, en el que la mayoría demócrata es sutil, era necesario tranquilizar a los miembros del GOP –gran fiesta antiguaapodo del Partido Republicano- presentes en la asamblea superior.
Para ello, se elaboró una versión ligeramente modificada de la enmienda, que promete eximir a las “organizaciones sin fines de lucro” -sacerdotes y pastores, entre otras- de tener que realizar matrimonios entre personas del mismo sexo. Un esquema denunciado rápidamente por el episcopado estadounidense.
El cardenal Timothy Dolan levantó la voz: “Esta ‘protección’ no resuelve lo que está en el centro del problema, a saber, que los fieles, con esta nueva enmienda, están obligados a rendirse a los intereses del Estado reconociendo los matrimonios entre personas del mismo sexo”.
Y el arzobispo de Nueva York, también vocero de la Comisión para la Libertad Religiosa del Episcopado, advirtió: “Los pasteleros, las organizaciones religiosas que trabajan en la colocación o adopción de niños, las agencias de bienes raíces confesionales, tendrán más probabilidades de ser discriminados en su fe bajo la nueva enmienda”.
El alto prelado concluye evocando la posición de la Iglesia, cuya doctrina “siempre defenderá el único sentido del matrimonio como la unión exclusiva para toda la vida de un hombre y una mujer. Al hacerlo, nos unimos a millones de estadounidenses, sinceros e informados, ya sean practicantes o no, que comparten esta comprensión de la verdad y la belleza del matrimonio”.
Como era de esperar, la Ley de Respeto al Matrimonio recibió la mayoría de los votos de los senadores, con la participación de doce republicanos, el 29 de noviembre de 2022.
Si las dos cámaras del cuerpo legislativo estadounidense, reunidas en el Congreso antes de 2023 -porque el tiempo corre en contra de los demócratas que ya no tendrán la mayoría en las dos cámaras en esta fecha- acuerdan el mismo texto de la enmienda, el presidente de Estados Unidos tendrá mano libre para consagrar el “matrimonio para todos” en el mármol de la ley.
A menos que las valientes voces del episcopado estadounidense hagan entrar en razón a un número suficiente de parlamentarios…