“La temporada 2023 está resultando un mayor atractivo respecto a lo que vimos el año pasado”le dice a Somos Sandro Vidal, gerente de consultoría e investigación de mercado de la inmobiliaria Colliers Perú. “A pesar de la desaceleración de la economía, el sector está experimentando una recuperación”, añade. El especialista comparte algunas recomendaciones para alquilar una casa o departamento de playa. Y nos da un análisis detallado de la actualidad del mercado inmobiliario al sur de Lima.
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Analizar la oferta
De acuerdo con Vidal, esta se concentra “por tradición” en el distrito de Asia y algunas playas del sur chico (San Bartolo, Punta Hermosa y Santa María, principalmente). Otras opciones menos difundidas son San Vicente Cañete, Cerro Azul y San Antonio. “Estos lugares han experimentado un importante crecimiento inmobiliario en el último tiempo. Son los más buscados por los usuarios, por su cercanía a centros de entretenimiento, malls, bares y restaurantes”.
Comparar precios
El especialista afirma que septiembre, octubre y noviembre son los meses en donde la mayoría de personas deciden alquilar una casa de playa. Si realiza una búsqueda rápida en Booking o Airbnb, se pueden encontrar inmuebles en las playas mencionadas anteriormente, cuya renta mensual oscila entre los 1.200 y 8 mil dólares al mes. Por ejemplo, el alquiler de una casa de 250 m2 en Punta Hermosa tiene un costo de 4.500 dólares. “En relación a la temporada pasada, vemos un incremento del 30% en el precio de los alquileres”.
Salir de lo comun
Como alternativas a los lugares en donde tradicionalmente la gente alquila casas de playa, Sandro Vidal plantea dos opciones. “El norte es una buena opción, sobre todo para aquellos que aún hacen teletrabajo. En Trujillo, Máncora y Punta Sal hay una oferta interesante”, sostiene. “Otra opción son las casas de campo que están cerca de las playas. Por ejemplo, en el margen este de la Panamericana Sur, a la altura de Asia, se han desarrollado condominios y proyectos de este tipo, que pueden ser rentables para grupos o familias numerosas”.
Estirar la temporada
Si bien la temporada de verano dura mucho enero, febrero y marzo, Vidal recomienda ver más allá. “Con el cambio de clima, los propietarios ya están en la búsqueda de inquilinos para sus inmuebles. En noviembre y diciembre, sin contar los días de fiestas, puede haber mejores ofertas, ya que todavía no hay mucha ocupación. Lo mismo sucede en las semanas posteriores a Semana Santa”. Solo es cuestión de encontrar las fechas que mejor se nos acomoden.
medidas preventivas
Aunque el Minsa ha pronosticado el inicio de la quinta ola de covid-19 para la primera semana de diciembre, el especialista dice que esto no afectará el alquiler de casas de playa para la temporada de verano. “Hoy, a raíz de la pandemia, hay una mayor predisposición para escaparse de la ciudad. Dudo que ahora haya restricciones para estar en un espacio abierto como la playa, como paso al inicio. Quizás algunos condominios tomen sus propias medidas”.
orden y planificacion
Generalmente, alquilar una casa de playa por toda la temporada es más rentable que hacerlo por días o semanas. Asimismo, se recomienda tomar en consideración una serie de puntos: consignar los datos personales de las partes involucradas y las penalidades por incumplimiento en el contrato; observe las fotos del espacio y no dude en solicitar más; y cumplir con las reglas dispuestas por los dueños del inmueble, entre otros. Ser un buen huésped siempre es un punto a favor para futuros acuerdos de alquiler.