El rótulo “basada en una historia real” vuelve a aparecer en una producción de Ryan Murphy y Netflix. A menos de un mes de que se estrenara con enorme éxito Dahmer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmerel creador de Historia de horror americana y Pose presenta otra miniserie con el apetito de convertirse en fenómeno global.
Aunque la trama real que inspira a vigilante (The watcher) es menos conocido que la protagonizada por el “Carnicero de Milwaukee”, de todos modos reúne los elementos que obsesionan al guionista y productor que tiene un millonario acuerdo de exclusividad con la plataforma.
Su principal referencia está en un reportaje del periodista Reeves Wiedeman publicado por la revista New York en el año 2018 (titulado La maldición de una casa de ensueño). En este se contaban las inquietantes experiencias que atravesaron los Brannock, una familia que tras mudarse a una casa en Westfield, Nueva Jersey, empezó a ser acechada por un anónimo que les escribió cartas especificando cada detalle de sus vidas.
Una vez más en dupla con Ian Brennan, Murphy convierte ese caso en una miniserie de siete episodios que amalgama el suspenso, el terror y dosis de humor que rozan lo autoparódico. Sus actores principales son Naomi Watts y Bobby Cannavale, quienes encarnan a los Broaddus, un matrimonio que está cumpliendo un sueño cuando se cambia a una lujosa propiedad junto a sus dos hijos (Isabel Gravitt, Luke David Blumm).
Las señales de peligro para Nora y Dean son todo menos sutiles. Primero, los vecinos son una pesadilla en sí misma. Mo (Margo Martindale) y Mitch (Richard Kind) son una pareja hostil con los recién llegados; Pearl (Mia Farrow), una mujer mayor que vive con su hermano con problemas mentales (Terry Kinney), no es más amable, y un tipo de nombre Bill (Joe Mantello) pulula el lugar diciendo que es inspector de obras. En una capa aparentemente más amable, está Karen (Jennifer Coolidge), amiga de Nora y agente de bienes raíces que se encargó de venderles la casa.
Lo peor llega cuando el buzón de su hogar empieza a recibir cartas de un anónimo. El acosador les describe cada uno de sus pasos, alentándolos a que revierten la compra. La potencial identidad de este se descartará en una obsesión para la familia, al tiempo que en la principal fuente de intriga de la producción de Murphy y Brennan.
“Después de un tiempo, la sensación de que todo es posible significa que nada nos sorprende, algo malo para una serie con al menos un dedo del pie en el drama prosaico y sobre la pesadilla de cada propietario”, dijo la crítica de Variety.
Agregó que, a diferencia de Dahmer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmerla producción “gira en una dirección diferente, sin revolcarse en el horror de lo que experimentó una familia, sino que usándolo como una plantilla básica para una historia policíaca un tanto cómica y enérgica”.
The Hollywood Reporter planteó que los creadores desperdiciaron el material original. “Una historia singularmente sorprendente se transformó en otro drama extraído de los titulares en un mar interminable de contenido, ni lo suficientemente malo como para hundirse en el fondo ni lo suficientemente bueno como para salir a flote”, destacado, celebrando que los siete episodios durante menos de una hora y que “Cannavale es particularmente convincente como un hombre que se consume gradualmente por su impulso de proteger y mantener a su familia a cualquier costo”.
Distinto fue el análisis de Vulture, que aseguró que “vigilante puede ser exagerada, pero, como el mejor trabajo de Murphy, sabe que está siendo exagerada y, a menudo, se sostiene en su propio exceso con un guiño y una sonrisa. Esta es una obra de televisión adictiva que nos invita a examinar nuestras propias adicciones frívolas ya veces peligrosas”.
Agregó: “La ley de Ryan Murphy se aplica mucho aquí: cualquier cosa que pueda salir mal saldrá mal de la manera más loca posible. Dentro del contexto de vigilante, realmente lo digo como un cumplido”. Sin embargo, precisó que “a diferencia de Dahmer o gran parte de Historia de horror americana, este proyecto de Murphy no se excede con el gore. Esta es una obra de terror psicológico”.
“Al menos es mejor que esa maldita cosa sobre Jeffrey Dahmer”, disparó The Guardian, situando a la ficción en el “rango medio-alto” de las producciones de su principal creador. “En todo momento hay una sensación astuta de que Murphy y sus colaboradores saben cuánto tonto es el material de origen. Si bien nunca cae por completo a la parodia, hay momentos que (espero que intencionalmente) bordean a Mel Brooks”.
Según la opinión de IndieWire, “vigilante es probablemente la mejor serie en la que Murphy ha trabajado para el gigante de streaming”. Sin embargo, eso no implica que sea un imprescindible. “La mitad de la diversión en algo como esto es adivinar cuál de los vecinos podría haberlo hecho, pero la serie se basa demasiado en un personaje y luego revelar que no lo hizo”, sostuvo.
Apuntó que “el único personaje que se siente menos como un dispositivo de trama y más como una razón para ser incluido es Jennifer Coolidge como Karen, también conocida como la mejor razón para ver vigilante”.
En general existe consenso en que las interpretaciones están dentro de los aspectos más destacados de la miniserie. “Cada actor definitivamente está haciendo lo mejor que puede, incluso si realmente solo tiene un rasgo de personaje con el que trabajar”, concluyó IndieWire.
The Guardian argumentó que “todos tienen la oportunidad de hacer exactamente lo que mejor saben hacer. Farrow está embrujada y espeluznante, Watts es frágil y paranoica, Coolidge parece como si hubiera entrado al set habiéndose preparado accidentalmente para una serie completamente diferente a todos los demás. Más que todo, es este elenco lo que mantiene unido a vigilante”