Un café por la mañana, las galletas al mediodía, el refresco durante la comida, la botana por la tarde o la propina en el estacionamiento son considerados como gastos hormiga.
Se trata de aquellas compras que no se realizan de manera periódica y que lucen demasiado pequeñas por sí solas para preocupación, pero, cuando las ves juntas, pueden desequilibrar las finanzas y contribuir, en algunos casos, al sobreendeudamiento.
Este tipo de gastos se realizan de manera ordinaria y pueden tener un efecto negativo en las finanzas, ya que disminuyen de forma considerable la capacidad de ahorro y cuando se salen de control, son reflejo de una mala gestión financiera que a largo plazo puede representar problemas de liquidez y mermar las posibilidades de que una persona acceda a nuevos y mejores productos financieros”, explica Moisés Márquez, líder de datos y modelos de Rocket. la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera.
Al respecto, Jorge García Puente, director financiero de la fintech Albo, destacó que con la nueva normalidad surgieron nuevos gastos hormiga como el transporte privado, las plataformas de streaming, las suscripciones a videojuegos, las cuentas de OnlyFans y las apuestas en línea.
Para que los gastos hormiga no atenten contra tu estabilidad, García Puente recomienda apostar por hacer un presupuesto mensual, tomando en cuenta tus ingresos y gastos principales, para posteriormente vigilar que no ocupes más de lo planeado.
Haz pequeños cambios como caminar en trayectos cortos en lugar de tomar taxi, cargar una botella con agua desde tu casa y preparar tu propio café. Esto puede ser el inicio del autoconocimiento en tu consumo y presupuesto.
Si eres de los que tienen varias plataformas de streaming, es momento de valorar cada una de ellas, así como investigar si tienen algún descuento, o bien, si la suscripción puede ser familiar para que dividan el costo total”, recomienda Jorge García Puente.
Además, no pierdas de vista que el ocio es una mala consejera, así que actívate y ponte las pilas para hacer conciencia sobre en qué gastas tu dinero y así tener una vida financiera mejor y más sana.
Revertir la situación no tiene por qué ser demasiado radical. Puedes empezar observando tu comportamiento de gasto y reducir paulatinamente aquellos que no sean indispensables, con el tiempo podrás eliminar esos gastos hormiga que emerja tu presupuesto y verás un impacto positivo en tus finanzas”, concluyó García Puente.
Por: Karla Ponce
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