Pese a no contar con la mejor reputación en administrar las pensiones y las diferentes instalaciones de salud en el país, la Caja de Seguro Social (CSS) busca convertirse en un productor de oxígeno médico, uno de los insumos vitales para los pacientes.
Ello, sin contar que en el pasado la CSS tuvo que cerrar un laboratorio que producía medicamentos, debido a la contaminación mortal con dietilenglicol, hecho que acabó con la vida de un sinnúmero de panameños y que dejó a otros con padecimientos crónicos.
De acuerdo con información proporcionada a los medios por la propia entidad, la Junta Directiva demostró la adquisición de cuatro plantas para el suministro “ininterrumpido” de oxígeno medicinal para todas sus unidades ejecutoras a nivel nacional.
La instalación de cuatro plantas en cada hospital -en total 44- para la fabricación de oxígeno en estado gaseoso, Tipo I y II, y Clase C, le costaría a la entidad 101.2 millones de dólares y un supuesto ahorro de 7 millones de dólares , pero actualmente las compras del rubro oxígeno médico no supera los 8 millones.
El precio del oxígeno médico en la región es muy competitivo y oscila entre 4,42 a 5,03 metros cúbicos.
Sin embargo, un económico financiero, realizado en julio de 2021, estudio prolongado que el proyecto no es rentable y que su principal limitante del proyecto es el volumen bajo de la demanda del mercado.
“Generalmente, proyectos de alto nivel de intensidad en inversión requieren de grandes mercados para disfrutar de las denominadas economías de escala. En este caso, el proyecto solo sería rentable si el mercado se amplía a venta a empresas privadas y exportación, ya que el mercado limitado al seguro social y hospitales públicos resulta muy reducido para un proyecto de esta envergadura”, destaca el informe.
Solo los intereses anuales de la inversión, es decir, 10 millones de dólares, es más de lo que anualmente paga la CSS en concepto de compra de líquido.
La CSS también tendrá que invertir en repuestos, camiones, personal y en todo un sistema de reparto y cilindros de alta presión para poder llevar oxígeno a los demás hospitales del país donde no hay plantas PSA. Ello, sin contar que deberá invertir en un taller certificado para darle mantenimiento a los cilindros.
Calidad
Pero más allá de los costos económicos, los expertos aseguran que existen enormes riesgos en cuanto a la calidad del producto, que puede poner en riesgo la vida de millas de panameños.
Para garantizar este importante aspecto, la norma DGNTI-COPANIT 15-77-99 establece una pureza mínima del 99,0% para el oxígeno dedicado al consumo humano.
Asimismo, la United States Pharmacopedia -USP- establece, para pureza mínima requerida para el oxígeno medicinal, 99.0% v/v, siendo este un requerimiento universal de aplicación, aún fuera de los Estados Unidos y Canadá.
Esa pureza estipulada en la norma se garantiza de manera sostenible y controlada, según expertos, mediante el sistema criogénico, mientras que la pureza de las plantas en sitio PSA alcanza, en el mejor de los casos, un 93% a 95%, es decir, no se cumple con las normas del DGNTI-COPANIT 15-77-99, lo que acarrearía para la CSS serias sanciones legales y económicas, al poner en peligro la vida y la salud de los pacientes. El oxígeno al 93% no es considerado medicamento, según normas de EE.UU. y de Europa.
La PSA es una planta que produce el oxígeno in situ (en el lugar), por lo que se genera una gran cantidad de trabajo, control, operatividad y responsabilidad que se le endosarían a la CSS, mientras en el sistema criogénico con suministro de oxígeno líquido es cubierto por el proveedor.
En el sistema PSA, el proveedor le pasa a la CSS la responsabilidad, manejo y administración del proceso y producción de oxígeno, y le obliga a destinar recursos humanos y técnicos para esto, personal experto del que carece la CSS, en otras palabras, la CSS no sería capaz de mantener la operación constante que exige el consumo de este medicamento vital.
Una planta PSA requiere de un operador debidamente calificado y capacitado para su control y manejo en caso de emergencia, con disponibilidad las 24 horas, ya que cuando falle, haya un corte de energía, recalentamiento, entre otras fallas, debe disponibilidad inmediata para tomar los correctivos
Sin embargo, para el oxígeno líquido, solo se requiere almacenamiento y suministro, no se necesita operador ni energía eléctrica para su funcionamiento y suministro y, si se presenta en algún caso fortuito, este sistema permite un tiempo suficiente para la reacción.
La operación, presión interna del tanque de almacenamiento, más el producto líquido, garantizan el suministro normal y no requiere energía.
Además, de la calidad del producto, las plantas PSA requieren de un alto consumo de energía, el cual es deficiente, y se interrumpe con bastante frecuencia, y al haber un corte de corriente produciría serios problemas en la calidad del oxígeno producido y se produciría en serios aprietos a los pacientes que se encuentran utilizando este insumo, ya que, al parar el suministro, se pone en peligro su vida.
De acuerdos con los expertos consultados, todas estas variables representarían serían consecuencias para los pacientes, quienes son los que pagarían por una mala decisión tomada por las autoridades de la CSS.