¿Cuánto dinero vamos a necesitar para retirarnos tranquilos? No es un secreto para nadie que el haber jubilatorio no alcanzará para ese retiro soñado, vinculado a una etapa de disfrute y no de preocupaciones económicas.
De acuerdo a los datos relevantes por la consultora Mercer, quien se retira con un salario en actividad de $300.000 y 30 años de aportes, recibirá de jubilación algo menos que el 50%. Cuanto más alto es el ingreso real, más amplia será la brecha. Para salarios de $500.000, por ejemplo, ronda el 35%. “Hoy el sistema de reparto en la Argentina no es sustentable. La relación entre aportantes activos y retirados es de 1,4 cuando se necesitarían cerca de 4, lo que da como resultado que el beneficio jubilatorio reemplazará al salario en promedio en un 30%”pone en blanco sobre negro Diego Deza, director de Retiro de WTW.
En pocas palabras, para que el retiro no sea elegir entre reducir el nivel de vida o seguir trabajando para generar ingresos complementarios hay que poner el tema en agenda cuando se está en los 30 y no cruzó la barrera de los 50.
“La probabilidad de obtener ganancias crece con el tiempo y se acelera con el interés compuesto (reinvertir las ganancias junto con el capital inicial, tras período)”, explica Ariel Manito, director comercial de PPI, y aclara que “la disciplina radica no solo en cumplir con los aportes de cada período sino también en no tentarse y vender frente a un activo que puede presentar grandes variaciones”. “No es un portafolio de trading, la rotación debe ser mínima”.
“Las jubilaciones actuales medidas en dólares, están en su mínimo histórico, y las perspectivas para los próximos años no son nada buenas”, define Mariano Ricciardi, director de la consultora BDI y alienta a calcular cuánto se va a necesitar para jubilarse sin estrés. “Una alternativa para saber cuánto dinero necesitamos para poder jubilarnos, es calcular cuál sería la jubilación anual deseada y multiplicarlo por 25″. Si, por ejemplo, definimos que necesitamos retirar el equivalente a US$1000 mensuales (unos $300.000), eso da US$12.000 anuales x 25, es igual a US$300.000.
¿Cómo llegar a esa cifra que parece lejana? “Comenzando a los 30 años, y ahorrando e invirtiendo US$150 para este objetivo llegamos a jubilarnos con US$310.000, que aplicando la regla del 4% nos permiten obtener una renta segura de un poco más de US$1000 mensuales”, agrega el ejecutivo de BDI.
Pablo Haro, gerente de Finanzas Personales y Distribución de SBS, dice en ese sentido que “lo fundamental es tener una buena planificación y luego llevar adelante nuestro plan de la manera más disciplinada posible”.
Lo que puede ayudar a empezar a diagramar un retiro exitoso es la “regla del 4%”. Esta regla, sumamente popular en Estados Unidos, fue diseñada en 1994 por Bill Bengen, un graduado del MIT. Este método consta de dos pilares centrales. Por un lado, aconseje gastar el 4% de los ahorros en el primer año de jubilación y luego incrementar esa cantidad anualmente al ritmo de la inflación. Por otro lado, se recomienda invertir el fondo de retiro (conocido en Estados Unidos como el “nest egg”) en un 55% en acciones americanas y el restante en bonos en dólares de bajo riesgo.
“Utilizando la historia como referencia y siendo conservadores podemos asumir que el retorno de un portafolio balanceado entre acciones y bonos se ubica en torno a una tasa del 6% anual y que la inflación en dólares de largo plazo se ubica alrededor del 3% anual. Siendo así, hoy un inversor de 35 años con un capital inicial de US$20.000 debería ahorrar alrededor de US$5000 por año para poder llegar a los 65 años con un fondo jubilatorio de US$300.000″, dice Haro.
Ariel Manito, de PPI, señala a los FCI como vehículos adecuados para armar un fondo de retiro. “Permiten diversificar, ahorrar costos y tener una administración profesional a lo largo del tiempo con muchas alternativas entre las cuales elegir”. A ese instrumento le suma el Cedear de ETF del índice S&P 500 que tuvo desde 1927 una rentabilidad anualizada media cercana al 8%.
“Para ponerlo en contexto -avanza el ejecutivo de PPI- una inversión mensual de US$100, durante 30 años, una rentabilidad promedio del 8%, implicaría un ahorro de US$146.000″, traduce a números y subraya que “un fondo de retiro es sin dudas una apuesta de largo plazo y la disciplina es fundamental”.
Desde Grupo SBS, Haro sugiere “para aquellos inversores que quieran desarrollar su propia estrategia de inversión pueden empezar con una cartera de ETF de manera de obtener una buena diversificación. Sugerimos utilizar los Cedear de ETF que representan las acciones americanas de mayor capitalización bursátil pero también es clave sumar en el portfolio el índice de acciones de países emergentes (EEM), que incorpora acciones de países como China, India o Brasil, se van beneficiario en los próximos años por el ciclo alcista en el precio internacional de las materias primas”.
El problema del retiro es global pero en la Argentina tiene condimentos extras que lo hacen aún más severo. Lo general tiene que ver con la mayor expectativa de vida (lo cual hace que una persona que se retira a los 65 tenga por delante 25 o 30 años de vida) y las nuevas formas de relacionarse con el trabajo de las generaciones más jóvenes: Años sabáticos, trabajo para otros países, menos años de aportes regulares, etc.
En lo particular, el sistema previsional argentino debe lidiar con una base de aportantes demasiado chica para la cantidad de jubilados, en buena medida por el alto porcentaje de trabajadores informales y la cantidad de beneficiarios que se sumaron al sistema sin haber hecho los años de aportes necesario. Además hay un tope en el salario sobre el cual quienes trabajan en relación de dependencia realizan aportes: $410.700. Por el excedente no se aporta. Obviamente tampoco se recibirá beneficio. El desequilibrio lo pagan y lo pagarán los jubilados y pensionados.
“Los trabajadores autónomos están en una peor posición ya que hacen aportes sobre una renta de referencia que es menor al ingreso que tiene ellos como profesionales”, explica Deza en la comparativa con los empleados y hace hincapié en la necesidad de trabajar sobre el propio fondo de retiro.
En este contexto, muchas empresas toman nota del problema que tendrán un futuro sus empleados. Algunos ofrecen tiempo de retiro para sus posiciones más altas y “muchas implementan programas de bienestar financiero dentro del cual se abordan muchos temas relacionados con la gestión de la economía personal, con especial énfasis en la problemática del retiro”.
Según los datos recopilados por la Encuesta Global de Talento realizada por Mercer “los empleados de todas las generaciones, geografías y sectores se preocupan por el dinero”, dice Dolores Liendo, Líder de Wealth de Argentina, Uruguay y Paraguay
“Más de la mitad -avanza la ejecutiva- están preocupados por su seguridad financiera futura. De acuerdo con nuestra encuesta 95% de los colaboradores considera que su situación financiera impacta en su bienestar físico y mental y el 38% de los empleados buscan mejores beneficios económicos cuando consideran cambiarse de empleo. Están listos para buscar otras ofertas laborales en empresas que prioricen el bienestar integral de sus colaboradores”, agrega.