A este rubro se irán seis de cada diez pesos que gastará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y siete de cada diez pesos que ejercerá el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) el próximo año, situación que presione las finanzas de estos institutos y les dificulte ejercer funciones como prestar servicios médicos o invertir en infraestructura sanitaria.
Se trata del gasto en pensiones, que el próximo año será de 750 mil mdp para el IMSS y 310 mil mdp para el ISSSTE, incrementos de 12.3 y 6.1% anual en términos reales respecto a lo aprobado para este año, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023.
Así, el gasto pensionario limita el funcionamiento de los institutos de seguridad social, pues, para el caso del IMSS, destinará 34.9% de su gasto a prestación de servicios de salud (nómina y operación) y 1.2% a inversión física en 2023, en tanto que para el ISSSTE esta proporción será de 27.4% a funcionamiento y 2.0% a inversión.
Para el caso del IMSS, la proporción de 63.9% de gasto que destinará a pensiones en 2023 tendrá implicado un aumento de 8.9 puntos porcentuales desde 2016, en cambio para el ISSSTE, su proporción de 70.6% se ha mantenido relativamente estable desde ese período.
Por tanto, para el próximo año, los dos institutos de seguridad pagarán por primera vez en la historia más de un billón de pesos, lo que representará 62.6% del gasto en pensiones total, la cual incluye la pensión de adultos mayores, la de Pemex , CFE y aportes gubernamentales a las cuentas individuales.
Pero el dolor de cabeza pensionario para los institutos de seguridad social del país no es sólo en el presente, sino que también tendrán un pesado lastre hacia el futuro.
La Secretaría de Hacienda calculó en el Paquete Económico 2023 que el IMSS tiene un pasivo laboral de 3.35 billones de pesos y el ISSSTE, de 5.87 billones de pesos. Estas dos cifras suamadas representan el 35% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
URGE ACTUAR
Diversas organizaciones civiles y de investigación han propuesto que es necesario que el gobierno federal plantee una reforma estructural al sistema de pensiones, ya que año con año crece y consume cada vez más del gasto público, mismo que para el próximo año será uno de cada cinco pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Además de acciones para contener el gasto en esta materia, la reforma también deberá atender los criterios de inequidad, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Uno de ellos es la equidad de género, pues según el CIEP, el sistema de pensiones en general no cuenta con esta perspectiva de género, pues está determinado por el mercado laboral en el que existe una menor participación femenina.
“De todas las personas que se reportan como pensionados por el Inegi, 58.4% son hombres y 41.6% son mujeres. También resalta que, en promedio, las mujeres reciben un monto por pensión 14% menor comparada con la pensión recibida por los hombres”, señaló el informe sobre las implicaciones del Paquete Económico 2023 del CIEP.
Otra brecha es la cobertura del sistema de pensiones, la cual es menor en los hogares de menor ingreso respecto a los de alto ingreso.
“En 2023, se propone gastar 5,4% del PIB en pensiones, 2,8 puntos porcentuales más que lo destinado a gasto en infraestructura. Es necesario evaluar este gasto ineludible que desplaza el gasto necesario en sectores que impulsan el desarrollo y crecimiento del país como son la salud, la educación y la inversión”, señala como conclusión el informe del CIEP.
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