El pasado miércoles 12 de octubre se concretó un cambio de mando en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago. Atrás quedaron los días con un interino a cargo y finalmente hay nuevo conservador del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Santiago, uno de los puestos más apetecidos por los notarios del país.
En la oportunidad, quien ostentó el puesto de manera interina por cerca de un año, el notario Francisco Leiva, concretó el traspaso a su colega, Carlos Miranda, quien realizóba funciones en Concepción.
La investidura se concretó más de un mes después de que la ministra de Justicia, Marcela Ríos, anunciara que Miranda era el elegido para tomar las riendas.
Esto, pues se estaba a la espera de que la Contraloría General de la República tomara razón del decreto de nombramiento, situación que ocurrió el viernes 7 de octubre.
Ambos notarios, Leiva y Miranda, estuvieron disponibles para contestar algunas preguntas de la Unidad de Investigación de BioBioChile.
No tuvieron problemas en pronunciarse con respecto al alto sueldo asociado al cargo (se habla que bordea los $150 millones mensuales) y tampoco sobre la posibilidad de que se modernice el sistema. A continuación sus impresiones.
Francisco Leiva, el saliente
Por más de un año el notario titular de la Segunda Notaría de Santiago, Francisco Leiva, se hizo cargo como interino del Conservador del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Santiago luego de que el entonces presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Madrid, lo designara para reemplazar al fallecido Edmundo Rojas.
Hoy hace un balance de su gestión, principalmente sobre los desafíos que tuvo que enfrentar al encontrarse con algunas situaciones anómalas que repercutieron en el trabajo que hacen las más de 500 personas que trabajan allí.
-¿Cuáles son los avances durante su gestión?
En general lo que me correspondió a mí -por mandato de la Corte- fue asumir el cargo y hacer una reorganización administrativa del mismo, donde se realizó una descripción de funciones, se hizo un ordenamiento general de cada una de las unidades, se empoderó a las jefaturas, se hizo todo un proceso de responsabilidad de cumplimiento. Es decir, de reportería.
Además, se terminará un cronograma y un organigrama de trabajo (…) Lo primero que se realizó fue la creación de un departamento de recursos humanos para independizar la gestión registral de la administración. Algo que fue muy bien valorado por los sindicatos.
Con ellos y con los trabajadores tuve la mejor de las relaciones y con los dos conservadores. Una de las cosas que realizamos en conjunto fue poder avanzar en el funcionamiento integrado de los tres registros en unidades que ya vinieron trabajando, que se encargan de hacer en un solo proceso todos los pasos que corresponden a una operación, tanto en Propiedad como en Hipoteca y Prohibiciones.
-¿Antes le tocó enfrentar una situación similar en el Archivo Judicial?
Me tocó asumir en el Archivo Judicial en su oportunidad, lugar donde trabajé tres años en su reorganización, al momento de la designación (en Bienes Raíces) el trabajo registral, es decir, el trabajo de jurídica propiamente tal está muy bien desarrollado por los tres conservadores, en ese sentido no hubo necesidad de grandes innovaciones.
Donde sí existe la necesidad es en la parte administrativa, para avanzar en la reorganización misma de cada una de las unidades y otorgar independencia a cada una de ellas con organigramas, desarrollo de funciones, jefaturas, subjefaturas…. fue lo que me correspondió hacer. Es decir, una regularización administrativa. En lo jurídico, en lo propiamente registrado el Conservador de Santiago es visto como un ejemplo para el resto de los conservadores, no solo por su eficiente trabajo técnico, sino también por los tiempos de cumplimiento.
Por lo tanto, me dediqué más a un desarrollo administrativo de reorganización y al trabajo conjunto con los conservadores otros, sobre todo con el conservador de Propiedad, don Luis Maldonado, buscando generar procesos más eficientes, integrándolos a trabajar juntos en unidades especializadas de los otros registros. Algo que venía de antes pero se potenciaba.
-¿Considera que debería o podría haber más transparencia en la forma en la que operan los conservadores?
Aquí se registran las propiedades de todos y cada uno de los inmuebles ubicados en Santiago, aparte del registro de comercio que es bastante complejo. Sólo se mira el cargo respecto del tema económico -que efectivamente es alto- pero se deja de ver todo el trabajo técnico que existe y la responsabilidad que recae en los conservadores.
Si hay una mala inscripción de un traspaso de una propiedad, una constitución de hipoteca mal hecho, un certificado de hipoteca y gravámenes erróneo; si en una operación comercial se produce un traspaso de acciones de un banco, una transnacional o una minera que representa una cuantía económica importantísima… al menor error, los conservadores responden con su patrimonio personal.
No todo lo que brilla es oro en ese sentido. Los ingresos son muy buenos, pero hay una distribución importante de acuerdo con el convenio colectivo con los trabajadores, hay un tema tributario importantísimo. Y lo que siempre se deja de lado es la responsabilidad del funcionario.
Cuando el conservador comete un error tiene una triple responsabilidad: civil, penal y administrativa. Por lo tanto, ante un error en una mala inscripción o en una mala transferencia de propiedad el afectado ¿Qué hace? Reclama directamente ante el conservador y este debe adecuar o enmendar el error que muchas veces dice relación con una responsabilidad económica importantísima y eso muchas veces no se conoce.
-¿Usted considera que es necesario modernizar a los Conservadores? ¿Es algo positivo?
Toda iniciativa legislativa primero hay que respetarla y hay que someterse a ella. No está en uno el hecho que eso se puede convertir en ley finalmente, pero sí, tal como el proyecto lo indica y también el informe que respecto de ese proyecto de ley hizo la Corte Suprema, efectivamente la cantidad de operaciones que se manejaron en el Conservador hacen muchas veces compleja su fiscalización.
La eventual atomización del Conservador de Bienes Raíces de Santiago permitiría mayor control, mayor eficiencia y un mayor control del propio conservador en un territorio jurisdiccional más pequeño.
Pero también hay otros problemas como la atomización de criterios. Hoy en día todas las operaciones bancarias o societarias -que son muy importantes para el desarrollo del país- en general están domiciliados en Santiago y por lo tanto, si todo el mundo jurídico y el mundo comercial conoce a quién tiene que recurrir oa quién debe concurrir para registrar sus actuaciones -que es el Conservador de Santiago- que tiene un criterio único y con tiempos de respuestas únicas.
Miranda, el recién nacido
Luego de un exhaustivo proceso de selección, a inicios de septiembre recién pasado la ministra de Justicia, Marcela Ríos, nombró a Carlos Miranda Jiménez como el nuevo Conservador de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
Hasta antes de su designación, Miranda ejercía como notario y conservador de minas titular de Concepción. Estas son sus reflexiones.
-¿Cuáles serán los ejes de su gestión?
Una de las características que ya tiene el Conservador de Bienes Raíces de Santiago es que es un sistema eficiente y la idea es tratar de promover este mismo sistema y extrapolarlo a los demás conservadores.
La experiencia que tiene este Conservador permite que podamos transmitir a los otros de Chile el mismo principio en que se basa el trabajo de los más de 500 trabajadores que prestan servicio acá.
-¿Y el proyecto de modernización impulsado por el Gobierno en el Parlamento, lo apoya?
(…) La gente necesita transparencia y por lo tanto, entendiendo plenamente que tiene que haber un tema de transparencia. La modernización de este Conservador y de todo el sistema notarial y registral chileno es una meta que yo la tengo y creo que también muchos de mis colegas la comparten.
Por lo mismo, creo que en la medida que nos esforcemos como equipo y en este caso como Conservador de Bienes Raíces de Santiago en ayudar a que salga a buen puerto cualquier reforma que se haga, será además en beneficio de las personas.
Debemos recordar que este Conservador cuenta con 500 personas que trabajan y es importante también tenerlas en cuenta en cualquier proceso de modernización que involucre a la institución.
-¿Hace alguna reflexión sobre el alto sueldo?
Entendiendo que esto genere en las personas -sueldos tan altos- una cierta resistencia. Pero recordemos que todo el sistema conservatorio de Santiago opera como un servicio público que no depende del Estado y por lo tanto los empleados que tiene, la infraestructura y la responsabilidades tanto administrativas, como civiles y penales recaen en los tres conservadores de Santiago.
Somos nosotros los responsables solidariamente de todas las indemnizaciones que pueden acaecer como consecuencia de errores que son propios de los seres humanos en relación con los documentos que emite el conservador. Somos además, depositarios de todo el contenido registral de la región Metropolitana, lo que corresponde a la Corte de Apelaciones de Santiago y por ende, estamos obligados a cuidar ya resguardar todos los registros… y eso indudablemente genera un costo que no es menor.
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