“El presidente Lula está analizando todas las medidas que deben ser tomadas y dialogando sobre el inicio de la transición”, dijo a Télam Paulo Rocha, líder del bloque del Senado del Partido de los Trabajadores (PT)durante uno de los descansos de la reunión que se realiza en un hotel del barrio de Vila Mariana, en San Pablo.
El encuentro debe definir la hoja de ruta que el coordinador de la transición, el vicepresidente Geraldo Alckmin, trazará en Brasilia con el gobierno saliente de Bolsonaro.
Lula, tras la histórica victoria del 30 de octubre, se tomó vacaciones en la playa de Trancoso, en el sur de Bahía y hoy retornó a la formalidad del trabajo.
A dos kilómetros del hotel donde se reunía el equipo de Lula en San Pablo, frente al cuartel del Ejército, cientos de bolsonaristas montaron una vigilia para desconocer el resultado de las elecciones del 30 de octubre vencidas por Lula y que se mantienen desde la semana pasada en el lugar esperando que un general atienda sus manos.
La reunion de Lula también deberá definir el viaje del líder del PT la semana que viene a Egiptoya que fue invitado a participar como presidente electo de la cumbre de cambio climático COP27 de la ONU, a la cual Brasil acudirá oficialmente con su ministro próximo de Medio Ambiente, Joaquim Leite.
Según el portal UOL, Bolsonaro calificó como “usurpador” a Lula por aceptar ir a la cumbre de un tema en el cual el ultraderechista es visto como un enemigo del movimiento ambientalista y climático.
Cuatro candidatos para Economía
La realidad económica de Brasil dista de la bonanza de los años 2000, cuando Lula pudo financiar sus políticas sociales surfeando el ‘boom’ de las materias primas.
Prometió conciliar “responsabilidad fiscal, social y sustentable”, pero mantiene en vilo al mercado por la definición de quién será su ministro de Hacienda, incertidumbre que se extiende a todas las carteras.
A diferencia de Bolsonaro, que creó un “superministerio” de Economía, Lula prevé desdoblar la cartera en tres: Hacienda, Planificación e Industria y Comercio.
“El mercado reaccionará de acuerdo a los nombres que forman el conjunto”, aseguró Adriano Laureno, de la consultora Prospectiva.
En San Pablo, Lula está reunida con tres candidatos a ministros de Economía. Por un lado, el exintendente paulsita y candidato derrotado a la gobernación de ese estado, fernando haddad, quien encabeza la nómina.
También aparecen entre los posibles elegidos el senador electo y exgobernador de Piaui Wellington diasel diputado federal y exministro de Salud Alexandre Padilha, y Aloizio Mercadante, coordinador del programa de gobierno de Lula.
El presidente electo ha negociado una enmienda constitucional con el bloque derechista Centrao, hoy con Bolsonaro, para alterar el presupuesto mediante una enmienda constitucional y así tener un colchón de recursos para pagar a 21 millones de familias el programa Bolsa Familia, de 600 reales (120 dólar).
El presupuesto enviado por Bolsonaro no tenía previsto la siguiente ayuda social ni del programa Farmacia Popular para los jubilados.
Según la prensa local, el Congreso pide a cambio a Lula mantener parte del llamado “presupuesto secreto”, el uso de partidas que son usadas con discrecionalidad por parte de algunos recursos parlamentarios para llevar directamente a sus municipios, sin participación ni planificación del Ejecutivo, un modelo adoptado por Bolsonaro para protegerse desde 2020 de un posible juicio político.