El reciente hallazgo de los restos de un muro protohistórico en las obras de la calle Fernando El Católico y la presumible aparición de más restos en las numerosas obras de peatonalización que se van a desarrollar en el centro de la ciudad han avivado el debate sobre la integración del patrimonio arqueológico y el desarrollo de la ciudad.
Viva Huelva ha hablado con dos expertos en arqueología y hay tres conclusiones claras: la documentación y conservación de los restos es fundamental, no todos los hallazgos son susceptibles de ser integrados y las decisiones no deben tomarse a la ligera, sino que deben ser fruto de una planificación municipal en la que se tenga muy cierto hacía dónde se quiere ir.
Ignacio Rodríguez Temiño ha sido director y ahora es conservador del Conjunto Arqueológico de Carmona. Además, hizo su tesis sobre arqueología urbana y por ello recalca que no hay “una regla de oro” a la hora de la integración de restos arqueológicos, sino que más bien es “una cuestión de oportunidad y de cabeza también”.
A su juicio, para que un hallazgo arqueológico sea puesto en valor debe cumplir tres reglas: “Que lo que encuentro realmente tenga entidad suficiente para mantener un relato, para que los visitantes puedan entender lo que están viendo; también hace falta un contenedor que signifique, un sitio especial para la interpretación de los vestigios; y en tercer lugar tiene que haber un proceso de animacion para atraer al público”.
Rodríguez Temiño tiene cierto que estas decisiones no se pueden tomar de un día para otro: “Es una cuestión de largo recorrido y hace falta tener ciertos los requisitos, qué es exactamente lo que se quiere hacer y con qué medios se cuenta”.
Al respecto, añade que “este tipo de decisiones tienen que ser estratégicas, estar pensadas”, aunque en el caso de Huelva “a lo mejor es una oportunidad porque tiene muy poco patrimonio monumental”.
“Es un proceso de diseño de la ciudad y lo que tiene que tener, pero el problema en Huelva es que vive de espaldas a eso. Se están cargando lo que ya tienen valor, como La Joya o el Cabezo de Mundaka, por lo que se debería tratar de parar, ver a dónde vamos y queremos ir con respecto al patrimonio arqueológico”, añade Rodríguez Temiño, que recuerda que es competencia del Ayuntamiento, pues “es el que ordena la ciudad”.
Conocer la historia
Por su parte, José María García Rincón, recientemente jubilado, ha sido director del Museo Provincial de Huelva y arqueólogo al servicio de la Junta. Con respecto a los restos recientes aparecidos y los que aparecen creen que “son importantes para conocer la historia de la ciudad y qué topografía y extensión tenía”, aunque eso no implica que obligatoriamente tengan que integrarse en la ciudad.
De hecho, afirma que “no podemos dejar la ciudad llena de agujeros”por lo que la clave es “el valor de lo que salga”.
Lo que si tiene cierto es que “es muy importante documentarlo bien, hacer un buen proceso de documentación y estudio, ver qué cronología tienen y georreferenciarlos”y si no tienen suficiente entidad para que merezca la pena su integración, “es mejor taparlos adecuadamente, con geotextil y arena estéril”, de modo que “no se pierden, se conservan”.
Sobre la historia de la ciudad, apunta que “ahora lo que tenemos son como ventanitas que se van abriendo, o píxeles de una gran pantalla que van iluminando lo que era la ciudad antigua durante diferentes periodos. Evidentemente, a más píxeles o ventanitas que abramos en esa pantalla, mejor iremos conociendo lo que era esa ciudad antigua”.
García Rincón coincide con Rodríguez Temiño en que la integración de restos arqueológicos”estaría indicado solo en aquellos casos puntuales en que accidentalmente relevantestuvieran cierta monumentalidad o cierto carácter importante y dieran realce al espacio público con una intervención de conservación y puesta en valor adecuado y en condiciones”.
Las prisas del Consistorio
Por último, el colectivo ciudadano Huelva te mira también se ha pronunciado al respecto y ha lamentado “la rapidez con la que se han tapado los restos arqueológicos descubiertos en la calle Palos y Fernando El Católico”.
La asociación también pone el acento en “la ausencia de un protocolo municipal que permita socializar el patrimonio de una ciudad que mayoritariamente está protegida como Bien de Interés Cultural Zona Arqueológica”.
Al respecto, coincide con los expertos consultados por este periódico en que “es razonable pensar que no se puede integrar cualquier hallazgo”, pero es que “en Huelva, enclave habitado desde más de 5.000 años, no se ha integrado apenas nada, y lo que se ha valorizado se ha hecho de forma inadecuada”.
Por ello, abogado por una arqueología urbana “bien planificada”que “gestione la investigación, conservación, puesta en valor y difusión”.