Después de enfocarse en el cine y ser parte de una decena de cintas, como Papillon y Los caballeros, Charlie Hunnam regresa a las series con Shantaramel nuevo espacio original de AppleTV+.
Una producción que llega a la carrera del actor británico a ocho años de la última temporada de Hijos de la Anarquía y con el peso de interpretar el personaje conocido en las paginas del libro homónimo.
El bestseller donde el australiano Gregory David Roberts ficcionaliza parte de su vida y que arriba a la pantalla en 12 episodios, de los cuales tres debutan este viernes para ir sumando uno cada semana.
Los que, concebidos por Eric Warren Singer y Steve Lightfoot, se inician en la Australia de 1982cuando su protagonista cumple condena en la cárcel de pentridgeen Victoria, viendo amenazada su vida.
Por lo que este ex adicto escapa del lugar con la ayuda de otro reodejando atrás una condena por robo y las fuertes golpizas que recibió por parte de los guardias para delatar a un conocido.
Un reencuentro con la libertad que gracias a un pasaporte neozelandés se comienza a afianzar cuando viaja muy lejos, a India, asentándose en la populosa Bombay con el nombre de Lindsay Ford.
Una nueva vida y cometida
La urbe donde conoce a Prabaker (Shubham Saraf) o Prabhu, un joven local que se ofrece de guía y lo lleva al hotel que acogerá al protagonista por algunas noches, hasta que las cosas se complican.
Ya que luego de conocer a la misteriosa Karla (Antonia Desplat) y sus amigos, Lindsay o Lin -como lo bautiza Prabaker- acepta ayudarla a salvar a Lisa (Elektra Kilbey), haciéndose pasar por estadounidense.
Una caracterización que lo lleva a ser golpeado en la calle y queda sin dinero ni pasaporte, un documento esencial para no ser tomado preso por la policía local, teniendo que ser acogido por Prabaker.
Quien se convierte en un amigo y lo lleva a conocer el lado más necesitado de Bombay y, gracias a sus conocimientos de medicina, se convierte en el “doctor” de la barriada en que vive Prabhu.
Al mismo tiempo que se involucra con Khader Khan (Alexander Siddig), un capo criminal, y un entorno marcado por la prostitución, las drogas y bienes raíces, pero también el romance y la amistad.
Siempre con el bienintencionado Lin como eje de una trama en varios momentos pierde ritmo en la descripción de hechos y conflictos, pero vuelve a atraer al espectador gracias a su destacado elenco.
Además de su ambientación y la forma en que retrata los rincones de la agitada Bombay de los 80, moviéndose desde la opulencia de señoriales construcciones hasta las modestas casas de un barrio marginal.