“Ha sido hecho con mucha imaginación, han hecho un verdadero Big Bang”. Eso fue lo que partió diciendo sobre la reforma de pensiones el expresidente de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Joaquín Cortez, en el seminario que organizó este lunes Clapes UC, sobre los “desafíos y oportunidades de la reforma de pensiones”.
Eso sí, antes de iniciar su exposición, Cortez hizo un Descargo de responsabilidad: recordó que fue gerente de inversiones de una AFP por varios años, y que también fue miembro del directorio de una AFP, “así que mi punto de vista está relacionado con mi pasado”, puntualizó.
Y para argumentar sobre el “Big Bang”, Cortez continuó comentando que en el proyecto “se termina con las AFP. Se crea el APA (Administrador Previsional Autónomo), el IPPA (Inversor de Pensiones Público y Autónomo), el IPP (Inversor de Pensiones Privado). Se terminan los multifondos, el retiro programado, la Cuenta 2, las licitaciones de afiliados, etcétera. El problema es si como país estamos en capacidad de tolerar un cambio refundacional como el que se nos está planteando. Desde mi punto de vista, los objetivos de la reforma son tres: mejorar las pensiones, terminar con las AFP, e instaurar un seguro social”.
En el seminario también estuvo presente el actual subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, quien también fue comisionado en la CMF cuando Cortez era presidente. Antes de que Cortez hiciera su presentación, Larraín había hecho la suya. Y ahí el subsecretario, entre otras cosas, defendió las tasas de reemplazo que se lograrían con el proyecto. “Las tasas de reemplazo, en un contexto donde hay un 72% de las personas con una pensión inferior al salario mínimo, a todas las luces es un indicador incompleto para evaluar la suficiencia de las políticas públicas. Cuando hay alguien que ganaba $300 mil antes de jubilar, y se jubila con una pensión de $300 mil, tiene una tasa de reemplazo del 100%. Habría que decirle: usted no necesita más, porque usted tiene una tasa de reemplazo muy elevada. Habría que ver qué opina ese pensionado si uno le dice eso”.
Frente a eso, Cortez comentó: ”La verdad es que eso es evidente un problema del mercado del trabajo. No sé si el sistema de pensiones que diseñamos tiene que solucionar todos aquellos problemas del mercado del trabajo. Entonces, es cierto que el sistema reproduce las desigualdades del mercado del trabajo, pero mi pregunta es, ¿qué culpa tienen las AFP? Uno de los cuadros que presentó el subsecretario es dramático, aproximadamente la mitad de los pensionados tiene menos de 15 años de cotizaciones. En el caso de las mujeres esto es peor. La verdad es que estas no son pensiones contributivas, en gran parte de los países, para tener derecho a una pensión, se requieren más de 20 años de cotización (…) Entonces, si aproximadamente la mitad de los pensionados ha contribuido menos de 20 años, me pregunto: ¿Qué culpa tienen las AFP?”.
Luego Cortez distinguió son “los aspectos que no me gustan de esta reforma”. Primero, comentó que “no me gusta el rol que se le da al Estado, tanto en la función de soporte, como en el rol que se le otorga como inversor de los fondos. Y la fundamentación para crear el APA, sería el ahorro de costos a través de aprovechar las economías de escala mediante la centralización, pero el APA sería la entidad única que tendría relación con los afiliados, sería la cara visible. Yo me acabo de pensionar, y me pensioné sin moverme de mi escritorio, no creo que esta entidad pública le pueda dar a los futuros pensionados el mismo servicio que hoy día le dan las AFP”.
Respecto al debate sobre si efectivamente se generarían economías de escala al centralizar funciones, el expresidente de la CMF dijo que “este es uno de los temas en que necesitamos más discusión y más estadísticas”.
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En segundo lugar, dijo que “la competencia entre el inversor público (el IPPA), y el inversor privado (IPP), es absolutamente desleal. eso no es juego limpio. Si bien el proyecto declara que las personas son libres para elegir, la verdad es que todos sabemos la importancia de las reglas por defecto. Y acá la regla de default es que las personas que no deciden, se van a ir al administrador público, y eso es importante. Tenemos el ejemplo de suecia, donde al final, la regla de default fue imperante, y el sistema terminó concentrándose”.
Así las cosas, concluyó: “Creo que pasar de este sistema, con siete AFP, a un sistema que está concentrado en un administrador, me parece que es de alto riesgo público. Y esto se agrava si se recuerda que el proyecto prohíbe la participación de agentes de venta, y la verdad es que los agentes de venta en esta industria son los que transmiten la información. En el pasado hubo una AFP que hubo de competir vía precios, y no vía agentes de venta, con lo cual, lo que hizo fue reducir la comisión y disminuir los agentes de venta, (pero) fue un fracaso desde el punto de vista comercial, porque la gente nunca se enteró de la rebaja a las comisiones. Los agentes de venta son importantes. Estuve 15 años en inversiones, y todos los fondos y gestores de fondos del mundo tienen gente, mas exceden o menos, pero tienen personal de venta”.
También dijo que “sería un fracaso que no se consiguiera la transformación de las AFP en IPP, porque las AFP son las que tienen la experiencia. También la entrada de nuevos actores es difícil. Es difícil competir con un actor que no tiene multas de lucro, porque en el sector privado el capital tiene un costo de oportunidad. Yo, sin embargo, creo entender por qué se le da esta ventaja al administrador público: cualquier inversor al momento de seleccionar a alguien que le administre sus fondos, lo primero que dice es, muéstreme su historial. Y acá tenemos un Estado que no tiene antecedentes, por eso se le da esta diferencia”.
Sobre el seguro social que propone el proyecto con el alza del 6% de la cotización, comentó: “Me parece una buena idea, pero el problema es que yo creo que no es tan seguro. La rentabilidad de este seguro social, del fondo integrado de pensiones, va a ser fijada por este consejo directivo del IPPA, es raro, este es un consejo a cargo de gestionar las inversiones y también de determinar las rentabilidades de largo plazo. En fin…”.
Ahí dijo que sería bueno tener acceso a información adicional, a más datos, para poder juzgar la sostenibilidad del fondo común. “De las pocas cosas que pudo mirar, me parece que hay un momento en el tiempo, por ahí por 2060, en que los gastos de pensiones y prestaciones van a superar a los ingresos por esta cotización del 6%, y ahí, la sostenibilidad del fondo va a descansar en la rentabilidad del vilipendiado mercado de capitales, va a descansar en que realmente se logre una rentabilidad positiva y que se logre capturar un untado entre la tasa a la cual se invierte y la tasa a la cual se anota en los fondos”.
Mencionó que también ve otros riegos, “y creo que son los más importantes desde el punto de vista de la economía política”. Al respecto, explicó: “Alguien dijo que cualquier futuro candidato populista podría plantear un aumento de la PGU. Es verdad. Pero también cualquier populista podría plantear mayores prestaciones del fondo integrado de pensiones. Y ahí si que se acaba la sostenibilidad”.