Los beneficios y las complejidades de los cambios continuos entre multifondos por parte de los afiliados ha puesto en discusión la conveniencia de la libertad de movimiento que tienen las personas entre las cinco alternativas de fondos que ofrece el sistema.
En tal escenario, los fondos generacionales o de fecha objetivo aparece como una alternativa viable en el esquema de pensiones chileno, y podría ser parte de la reforma de pensiones que trabaja el Ejecutivo.
Se trata de una opción de la que hay bastante análisis a nivel local, en base a la Experiencia aplicada en países como Inglaterra y Canadá, donde operan desde hace algunos años.
En estos mercados este tipo de fondos se conocen como “fondos de jubilación objetivo”, y ajustan la estrategia de inversión con la fecha de jubilación estimada, similar al mecanismo de disposición por defecto que hoy se presentan los multifondos de acuerdo a la edad de los afiliados.
Sin embargo, el fondo generacional mueve los ahorros de un grupo de personas de un mismo grupo etario, desde inversiones más riesgosas hacia más seguras, con pequeños incrementos a lo largo del tiempo. Las personas pueden elegir sólo el gestor no el fondo.
Un fondo por generación
La diferencia con el sistema actual de multifondos chileno es que se trata de un solo fondo por generación, que puede ser licitado cada cierta cantidad de tiempo a un determinado gestor.
“Se puede licitar periódicamente cada cinco años. Eso le entrega al proveedor el incentivo de tener una buena actuación. Además, eso le va a dar un punto de referencia de un techo con el cual vas a medir su actuación“, dice el exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín, quien ve en este mecanismo una opción ventajosa para Chile.
Según la Larraín uno de los problemas que enfrenta el sistema chileno es que las personas tienen poca capacidad de gestionar la inversión de sus multifondos y toman decisiones de cambio que perjudican sus retornos al obligar a los administradores a optar por instrumentos de inversión más líquidos y, por tanto, menos rentables.
Las licitaciones de fondos generacionales resuelven este problema, sostiene Larraín. “En la logica de incrementar la rentabilidad, este mecanismo permitiría poder acceder a tipos de instrumentos que son un poco menos líquidos y que tienen mayor rentabilidad, lograr incluso llegar con fondos previsionales a sectores de la economía a los que hoy no están llegando, a empresas más pequeñas e infraestructura, entre otros. Hay una riqueza potencial ahí que yo creo que es importante explorar y ver cómo sacarle provecho”, explicó.
Para el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la FEN, José Luis Ruiz, los fondos generacionales “no están exentos de críticas, porque en la crisis supremo al quedar generaciones mayores más expuestas a renta fija sufrieron pérdidas importantes con los movimientos al alza de las tasas de interés”, destacadas.
Sin embargo, comparte la visión de “eliminar el exceso de libertad de cambios de fondos de las personas, los cuales han minado una mayor rentabilidad de largo plazo, además de ayudar a bajar los costos de inversión y de administración del sistema de pensiones”.
Según Larraín un tema clave en la aplicación de fondos generacionales es la transparencia de los procesos de licitación. “Tienen que ser públicos. Uno podría pensar en mecanismos de transparencia como la conformación de un ‘Consejo’ por generación, que vaya viendo exactamente qué es lo que está pasando con el fondo, ayudando a la toma de decisiones y la rendición de cuentas posterior Tiene que haber reglas para la obtención y renovación del contrato, ya que en cada generación los fondos son de las personas y no del administrador, que simplemente lo gestiona. tiempo”, no especificado.
visión de la industria
Para el gerente de estudios de la Asociación de AFP, Roberto Fuentes, el esquema de administración a través de fondos generacionales o por cohortes de edad, podría ser una modalidad complementaria a los multifondos.
Entre las ventajas del mecanismo generacional, Fuentes apareció la posibilidad de planeación de largo plazo de los portafolios, una mejor comunicación con el afiliado, la reducción de riesgos operativos y de iliquidez, el perimitir incrementar la a activos riesgosos para trabajadores jóvenes al igual que exposición los Multifondos; asegurar la reducción gradual de exposición a activos riesgosos, al igual que los afiliados que son asignados según la ley en los multifondos y garantizar rendimientos ligados al financiamiento de proyectos, al permitir un horizonte del portafolio más estable.
Como desventajas, en tanto, afirma que el diseño es rígido, por lo que el potencial de rendimiento esperado queda totalmente a merced del diseño del fondo, “quintando al afiliado la potestad para decidir cambiarse de fondo a uno que tenga mejor rendimiento o dispare de activos, si así lo desea, ante cambios en los mercados de capitales”. Asimismo, el experto excluirá que el modelo “desincentiva el desarrollo de la educación financiera en pensiones, al reducir la posibilidad a los afiliados de tomar sus propias decisiones a medida que obtiene mayor conocimiento”, y está sujeto al impacto de otros riesgos como la tasa de interés y de solvencia de los emisores ante una baja diversificación de los portafolios. Por último, apareció como factor en contra de su poca flexibilidad a cambios en las preferencias de riesgo/retorno de los afiliados, frente a cambios en temas como la salud, patrimoniales y del entorno, entre otros.
Otras definiciones en la reforma
Otro de los temas que incluiría la reforma es el fin del encaje de las AFP, tema que preocupó al diputado RN, Frank Sauerbaum, en el primer encuentro del subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, la semana pasada.
La propuesta del gobierno anterior, había sugerido una reducción del encaje a 0,5% del total de los fondos bajo administración, a fin de generar incentivos para el ingreso de nuevos actores en la administración de pensiones, encontrando también fuerte oposición en el Congreso.
Dentro de los temas abordados en las reuniones, el parlamentario también mencionó la definición del IPS como ente estatal administrador de cuentas del sistema, y la posible creación de una AFP del Estado como gestora de inversiones, que permita a los afiliados tener una opción estatal de gestión de ahorros para pensión.
Asimismo, el subsecretario Larraín habría confirmado la intención del Gobierno de que el fondo colectivo solidario -que se creará con el aporte adicional del 6% de cargo del empleador-, contempla un periodo transitorio para la mejora de las pensiones actuales, siguiendo el ejemplo de la propuesta del exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en Bachelet II.
En la oposición existe preocupación por los ajustes que se consideran más profundos de lo esperado, según indicado Sauerbaum, quien asegura que “así como está la propuesta no logrará los votos en el parlamento”.