A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.
Baltasar Gracián (1601-1658) Escritor English
¿A qué animal de éstos le dejarías que llevase tus finanzas? ¿Quién te gestionaría mejor tu dinero? ¿Te arriesgas con un león o mejor que lo lleves un perro? ¿Quizás un pavo real o un mono?
según un estudioel punto álgido de toma de decisiones financieras de la persona media se encuentra entorno a los 53 años de edad, reconozco que al principio este dato me pareció un caso de interés, pero sus indicaciones son muy importantes y las veremos a lo largo del artículo. Los autores de este estudio analizan los patrones de errores financieros en el ciclo de la vida. Los errores financieros detectados por ejemplo, determinar incorrectamente el valor de la propia vivienda o pago excesivo de comisiones. El estudio detectó que los adultos de mediana edad cometieron menos errores que los más jóvenes y los más mayores. Según el estudio, nuestra capacidad de tomar decisiones financieras acertadas aumenta claramente en la veintena y treintena, se estabiliza y se acentúa en la cincuentena, y después empieza a caer bruscamente en los 70. Se considera que la curva de aprendizaje asociado con adquirir conocimiento financiero es la razón para su aumento en nuestros primeros años, mientras que el descenso de la función cognitiva es la razón para la caída en nuestros últimos años.
Nuestras capacidades cognitivas, incluida la capacidad de concentración, la memoria de trabajo y la capacidad para procesar rápidamente e integrar múltiples fuentes de información, son muy importantes para adoptar decisiones financieras complejas.
Otros estudios han demostrado que las personas mayores prefieren no adoptar decisiones complejas por ellos mismos y que sus estrategias para resolver problemas pasan normalmente por evitarlos, al contrario que ocurre con los jóvenes. Esto significa que una persona mayor puede ser más propensa a posponer la adopción de decisiones financieras cargadas de emocionalidad, como por ejemplo escribir el testamento. Además, suelen estar más abiertos a buscar asesoramiento financiero profesional que los jóvenes. Esta predisposición también podría hacerles más propensos a timos financieros. La realidad es que envejecer es inevitable. ar, el efecto que la edad puede tener sobre nuestras finanzas.
Lo positivo es que a medida que nos envejecemos somos más sabios y la decreciente función cognitiva, no la edad, es lo que finalmente nos roba nuestras capacidades para adoptar decisiones financieras. Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener, o quizás mejorar, nuestra función cognitiva?. El ejercicio físico (especialmente el aeróbico), la estimulación mental, la dieta y la interacción social pueden contribuir a mantener las capacidades cognitivas, aunque tampoco voy a daros consejos sobre un tema del que no tengo ni idea…
Y ahora vamos a ver las conclusiones que me parecen realmente importantes de este estudio, que lo resumo en dos puntos
- Hay que ser consciente de que nuestra edad puede influir en el tipo de decisiones financieras y que es una facultad que se madura con el tiempo pero que también se destruye. Por tanto, además de lo obvio del «Mens sana in corpore sano» la planificacion para cuando seamos mayores se vuelve crítica con el tiempo, incluso en la decisión de temas tan desagradables como es el testamento (nuestro o de otros). Por tanto, cualquier decisión económica de referencia a nuestra jubilación tenemos que realizarla y dejarla perfectamente planeada para cuando las facultades económicas nos lleven a tomar malas decisiones.
- A nivel empresarial, si me preocupa la discriminación que muchas veces tienen los trabajadores de más de 50 años, en el caso de muchos bancos se hicieron prejubilaciones con 54 añosjusto en el entorno de edad en el que mejor se toman las decisiones financieras ¿No habrá tenido esto algo que ver?