El próximo año, en apenas dos semanas, entrará en vigor la primera batería de medidas de la reformas de pensiones, lo que supone en cierto modo materializar lo que se llevaba debatiendo en cuatro años, repartidos en nada menos que tres legislaturas. El objetivo principal es devolver o dar la sostenibilidad a un sistema sobre el que llevan tiempo alertando organismos internacionales y nacionales. La situación se torna cada vez más urgente, pues las proyecciones demográficas apuntan a una aceleración del ritmo de envejecimiento de la población española, algo que, precisamente, presionará la “sostenibilidad financiera” del sistema de pensiones, según ignore esta última semana la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En este sentido, y en el marco del debate sobre cómo asegurar su factibilidad, la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España (EFPA), recoge algunos modelos que, en su opinión, mejor funcionan en el mundo y que podrian inspirar cambios en el esquema nacional. No es, pues, el único organismo que ha ‘evaluado’ o estudiado los sistemas de pensiones del mundo. Recordemos que hace poco más de un mes el Mercer CFA Institute Global Pension Index (MCGPI) situó a islandia como el país con el mejor modelo, en su ranking anual. Sea como fuere, veamos a los siguientes estados que destacan los expertos de EFPA.
reino unido
La asociación explica que el modelo de Reino Unido cuenta con tres niveles de prestación y que se caracterizan por la “flexibilidad” y la “diversificación”. En el primer nivel hay una pensión básica estatal para los que han contribuido a número mínimo de años; en el segundo figura una pensión complementaria en función de la renta y de carácter contributivo y, por último, está la denominada ‘pension credit’, también de carácter contributivo y que supone un beneficio semanal libre de impuestos para personas con rentas bajas y que tiene carácter asistencial.
Suecia
En el modelo sueco, “que ha sido el más citado por los expertos como sistema a imitar”, señala EFPA, el primer pilar es la pensión pública, financiada por las aportaciones de empresa y trabajador y que en total suma el 18,5% de su salario bruto. El 16% se va acumulando en una cuenta individual virtual y el 2,5% restante se asigna a un fondo de pensiones de gestión privada que elige el trabajador.
El segundo aspecto destacado del modelo sueco es que “mas del 90%” de los trabajadores son partícipes de algún plan de pensiones de empleo, cuya estructura y condiciones dependen de la “negociación colectiva entre sindicatos y organizaciones empresariales”, detalla EFPA.
Austria
Uno de los sistemas más destacados en España es la conocida como ‘mochila austriaca’, la cual ha puesto sobre el tapete en varias ocasiones el propio líder del PP, Pablo Casado. Este modelo se basa en la aportación de las compañías de un monto deducido del salario bruto del trabajador a un fondo de capitalización, el cual es gestionado por fondos de carácter privado con la autorización del Gobierno.
La EFPA detalla que la contribución al empleado por parte de la empresa es del 1,53% de su salario bruto, una cuantía que se acumula en cuenta, está exento de impuestos y del que el beneficiario puede hacer uso en caso de despido -“por lo que no siempre cubre la necesidad de ahorro para la jubilación”, matiza la asociación-, como complemento a su pensión o al finalizar la vida laboral.
Canadá
En el caso de Canadá se basa en un sistema dual con una cantidad de base fija a la que se suma el porcentaje del capital obtenido por el trabajador durante su vida laboral. “La principal característica del sistema de ingresos es que incluyen acuerdos obligatorios y voluntarios, en los que participan tanto particulares como el Estado, sindicatos y empresarios”, detalla la EFPA.
En el esquema canadiense se dan tres tipos de prestaciones: uno al que se cotiza mientras se trabaja y que garantiza posteriormente un ingreso mensual durante la jubilación, otro financiado por el Estado, y un tercero que complementa a este último con una prestación adicional no imponible.
Paises Bajos
Otro de los modelos que menciona la organización es el de los Países Bajos, donde los jubilados reciben, aproximadamente, el 50% del ingreso del sistema público y un 30% de los sistemas de empresa. Para poder acceder a este sistema, se debe haber vivido en el país entre los 15 y los 65 años y haber cotizado durante ese periodo.