Dicen que la vida de un artista se basa en alcanzar el éxito de su propia ambición. El poder llegar a su obra culmen es uno de los objetivos más grandes de aquellos mentes incomprendidas que buscan compartir su arte con el mundo.
Desde cocineros hasta pintores, pasando por músicos y diseñadores, quienes se han entregado al mundo de lo estético siempre buscarán llegar más y más alto.
Giorgio Armani es perfectamente una de esas mentes brillantes que, crear de acuerdo con la revista de economía estadounidense ‘Forbes’, con su arte previsto llegar tan alto que fue capaz de todo un emporio. De hecho, la línea vanguardista que sugirió para el público más joven -y que tiene como corazón la moda democrática- se llama precisamente ‘Emporio Armani’.
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En esto no solo se incluyen prendas llenas de elegancia y ornamentos, sino que se busca conceptualizar la realidad plasmándola en piezas casuales, dinámicas y desinhibidas, sin perder el carácter y la sutileza de la moda creada por el italiano.
Pero para poder entender qué es lo que ha hecho esta leyenda viviente para obtener un título tan grande y cuál podría ser una de sus obras culmen más consentidas es necesario hacer un breve recorrido por su vida.
Fuerte y minimalista: así es Giorgio Armani
Desde pequeño, el arte siempre conquistó su corazón. Si bien es cierto que su primer amor no fue la costura, el tratamiento de la imagen siempre fue importante para él. La fotografía fue la disciplina que primero cautivó su alma.
Sin embargo, su afición quedó a un lado cuando ingresó a la facultad de medicina de la Universidad de Milán. Allí permaneció durante tres años, antes de retirarse para cumplir con su servicio militar.
Aquel momento marcó de alguna forma un nuevo punto de partida para él, quien tras volver del servicio, Trabajó como diseñador para el italiano Nino Cerruti durante nueve años y finalmente lanzó su propia línea en 1975 con la ayuda de su socio, el arquitecto Sergio Galeotti.
Su estilo minimalista, suave, innovador, pero imponente atraerá a cientos de personas en los primeros años. Pero no fue sino hasta 1980, cuando el negocio se disparó después de que le pidieron que diseñara el vestuario del actor Richard Gere para la película ‘American Gigolo’.
Desde entonces, su emporio se ha expandido, haciendo prendas y accesorios para mujer, hombre y unisex. Así mismo, se ha reencontrado con el arte y en varias ocasiones ha apoyado diferentes campañas, exposiciones y expresiones artísticas.
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Un ejemplo de esto fue cuando Armani apoyó la muestra ‘Pier Paolo Pasolini: Los ojos de un poeta’ en 1990. Esta muestra fue una exposición que miró al artista Pasolini por dentro, específicamente presentó veintidós películas. Según la información publicada por el Moma (The Museum of Modern Art) de Nueva York, el italiano participó a nivel económico y con su presencia durante el evento principal.
Pero el arte no es lo único. El diseñador también ha incursionado en el mundo de los perfumes, restaurantes y bienes raíces y, finalmente, siguiendo una de sus aficiones más íntimas, decidió apuntarle a un producto que solo se puede disfrutar sobre el mar: un yate.
De la alta costura a una joya marítima
“Un hogar que navega sobre el mar”, así define el famoso diseñador italiano a sus joyas marítimas.
De acuerdo con una entrevista realizada para la revista española ‘Hola!’, el diseñador de 88 años siempre buscó crear algo cómodo, simple y elegante que le diera la posibilidad de disfrutar de una de las maravillas más hermosas del planeta: el océano.
Armani es sinónimo de elegancia y sofisticación atemporales y su visión estilística también estropea nuestra sensibilidad
Para ello, empece a aliarse con Italian Sea Group, la cual es una empresa especializada en la construcción de yates a motor y barcos de gran magnitud, con el fin de poder crear el tan soñado palacio flotante que el magnate tenía desde hace años en la cabeza.
Si bien es cierto que Armani ya había diseñado sus dos yates personales, ‘Mariù’ y ‘Maìn’, con la misma compañía, no fue sino hasta hace poco que contribuyó que estaría planeando un diseño más grande, elegante y sofisticado.
“Armani es sinónimo de elegancia y sofisticación atemporales y su visión estilística también daña nuestra sensibilidad. El nuevo yate a motor, que combina tecnología y excelencia en el diseño con las características distintivas de Armani y su profunda identidad, nos dará una gran satisfacción”, comentó Giovanni Costantino, fundador y director ejecutivo de The Italian Sea Group, al medio especializado en yates ‘Yacht Harbour’.
Más allá de lo que se puede ver en una foto de Instagram -publicada por la empresa que le daría vida al gigante modelo- hasta el momento no se tienen muchos detalles sobre la nueva joya marítima del diseñador.
Se sabe que tendrá varios apliques dorados y negros, será de por lo menos 72 metros de largo y contará con tecnología de punta.
Los dos consentidos de Armani
Aunque aquel megaproyecto es uno de los más esperados por los espectadores, cabe resaltar que ya había demostrado su afición por el océano en un primer momento con ‘Mariù’ y posteriormente con ‘Maìn’.
El primero es un yate que fue construido en el año 2003 para Giorgio Armani, quien participó activamente en su creación y diseño. Tiene capacidad para 12 invitados en seis cabinas y cuenta con tecnología de punta en su interior. Aun así, esta particular joya fue vendida en 2010 de acuerdo con la compañía de bienes ‘Large Yacht Solutions’.
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Pero el que más llama la atención es ‘Maìn’, el cual todavía está en manos del diseñador. De acuerdo con ‘Hola!’, se necesitaron treinta meses para construir esta embarcación, la cual alcanza una velocidad máxima de 17 nudos.
Por otro lado, su elegante diseño también busca que los invitados disfruten al máximo su estadía, pues cuenta con seis cabinas dobles para invitados, ocho espacios para la tripulación y amplias zonas de descanso.
Así mismo, el ‘Maìn’ destaca por su color, verde británico, pintado así a petición del propio Armani con el fin de que pudiese pasar por desapercibido en medio del mar. Pero, ¿cómo ignorar una belleza de 65 metros de eslora?
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