La reciente alza de la Reserva Federal de medio punto en los tipos de interés, anunciada por este medio, representa un aumento en la tasa de interés hipotecario que llevó el mismo de 7.75% a 8.5%. De igual manera, la Reserva Federal también anunció que podrían surgir nuevas alzas en las tasas de interés en 2023, lo que provendría de las condiciones económicas.
Para contextualizar este fenómeno solo habrá que entender que el mercado de bienes raíces local se está ajustando conjuntamente al alcance de la economía. Esa es la respuesta de la dimensión de los bienes raíces dentro de una economía integrada, la cual la Reserva Federal quiere evitar su recesión luego de la inflación que produjo la pandemia.
Este fenómeno se ata al conocido ciclo de los bienes raíces (Real Estate Market Cycle) el cual guía el comportamiento del mercado de compraventa de propiedades. Este ciclo se compone de cuatro etapas a saber son: expansión, contracción, recesión y recuperación.
Como todos sabemos, al momento hay poco inventario de propiedades, frente a la demanda de compradores en un escenario donde la construcción de proyectos nuevos está limitada.
De esta manera identificamos que estamos en la etapa de contracción. ¿Cómo el alza del interés hipotecario impacta el ciclo de los bienes raíces? La respuesta a ello es la esencia de la transformación o avance del ciclo, para oscilar de la contracción en que nos encontramos hacia la recuperación que todos esperamos.
Para mejor lo anterior, en términos prácticos en la contracción vemos el límite de inventario de propiedades en ventas sobre el valor de mercado. Es por esta razón que se vende con la condición de “no sujeto a tasación”; lo que contrasta con el ofrecimiento anterior cuando había sobre inventario donde veíamos propiedades vendidas por debajo del valor de mercado, las que se anunciaban con “precio negociable”.
El fenómeno anterior es parte de un proceso natural del momento recesionario en bienes raíces. Ese aumento en los precios de propiedades, provoca la necesidad del aumento de las tasas de interés. De esta manera, con el alza del interés hipotecario, afecta el poder adquisitivo del comprador. Así se busca balancear nuevamente el mercado y traerlo a un punto medio donde la estabilidad sea en beneficio del vendedor y comprador de propiedades.
En síntesis, la inflación está en su nivel más alto en las últimas cuatro décadas. Tenemos que ver el alza en las tasas de interés como un remedio necesario para contener dicha inflación, aunque no nos guste.
Por otro lado, el país se encuentra en un punto de modulación en su economía con el apoyo de variables económicas como son los fondos de la reconstrucción. Igualmente, los fondos del programa de asistencia a compradores, es otra de las variables que ayudaran a la economía. Esas dos variables positivas cancelan el efecto negativo del alza del interés hipotecario. Lo anterior produciría la actividad económica en el 2023, que a su vez traería el crecimiento económico para el adelanto del ciclo de los bienes raíces a la esperada etapa de recuperación. Esa debe ser la expectativa de la industria hipotecaria y de bienes raíces, para el bien de todos.