Estoy de acuerdo con el señor presidente: estamos creciendo. Solo que él ve una cara de la moneda y nosotros vemos otra. Hemos crecido en la planilla estatal. Hemos crecido en el endeudamiento del país, y nunca tuvimos una cifra tan alta en la deuda pública, lo cual no sería tan grave si se hubiera utilizado para obras de infraestructura. Pero el dinero sigue yendo al pago de planillas, con el riesgo de que nos bajen la calificación como país. Y si seguimos con el análisis viene la pregunta del millón: ¿cómo lo vamos a pagar?
Yo podría aceptar con una mejor disposición un discurso como ese si el presidente hubiera tenido la humildad de hablar de lo que no habló. Me refiero específicamente a profundizar sobre el tema de la Caja del Seguro Social y el de Minera Panamá, pero no, eligió hablar de “logros” que solo pueden ver los cegados de este Gobierno, según ellos, y todo está bien: Reducción de la pobreza extrema, seguridad, etc. De verdad alguien, además de los funcionarios del Gobierno, se comió algo de ese discurso? Usted siente que estamos mejor en el tema seguridad cuando tuvimos más de cinco mil robos? ¿Usted cree que hemos mejorado la administración de justicia con la nueva composición de la Corte Suprema?
¡Por favor! La inseguridad en el país es tal, que es mejor no salir de noche.
Esto no es una crítica, es una sugerencia constructiva: queremos ver hechos, realizaciones concretas que se pueden ver a simple vista. Y aunque no coincidió con el discurso de Crispiano Adames, porque prácticamente se produjeron sus palabras para anunciarnos su posible lanzamiento a la precandidatura presidencial, por lo menos hizo un mea culpa.
¿Qué parte no entiende señor presidente? La gente quiere trabajar, tener una vida digna y dinero en el bolsillo. Y sí, sabemos que el problema del seguro social tiene muchos años, ¿pero acaso eso es excusa para no solucionarlo?
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Y más grave aún, si fuera como el presidente Cortizo dice, que se ha generado una enorme cantidad de dinero, ¿en manos de quién está? A usted le toca demostrarnos que tiene razones para decir lo que dijo en el año y medio que le queda de Gobierno, porque el mundo en el que usted vive, y aquel en el que vivimos el resto de los mortales, están en galaxias diferentes. De todo corazón le digo que esta vez quisiera estar errado y que usted tenga razón, pero tengo mis reservas al respecto. Ojalá me equivoque.