La demanda de financiamiento provino principalmente de segmentos de la población con ciertas necesidades económicas y con capacidad de ahorro muy limitada, muestra el sondeo.
El mayor requerimiento de créditos lo hicieron comerciantes y trabajadores vinculados al sector público, como docentes, militares y policías. Este grupo representaba el 28% del total de los tomadores de préstamos.
La pandemia golpeó muy duro a la actividad comercial y descapitalizó a muchos negocios de ese sector, resaltó Fabián Klinkovich, director general de Consulting Partners. Al reactivarse la economía local, los comerciantes han incrementado su demanda de financiamiento, en parte, para recapitalizarse, agregó.
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Todavía muchos comerciantes están complicados, pues tienen que pagar sus préstamos del programa Reactiva Perú y enfrentan problemas de caja, señaló Jorge Carrillo Acosta, profesor y experto en finanzas de Pacífico Business School. Entonces, se endeudan para abastecerse de capital de trabajo, sostenido.
Demanda de trabajadores estatales
En el caso de los trabajadores del sector público la mayor demanda de créditos se puede explicar por necesidades económicas o por el objetivo de emprender un negocio para complementar los ingresos, estimó Klinkovich.
Refirió que en los últimos meses los sueldos de los empleados públicos prácticamente han estado congelados y muchos de ellos estaban en nivel de subsistencia.
Y es que en términos reales esos sueldos han caído por efecto de la inflación, que según los expertos cerrará el año en torno al 8%, complementó Carrillo.
“Si hace un año y medio un trabajador del sector público ganó S/ 2,000 soles y tenía gastos de S/ 1,900, ahora esos gastos superan sus ingresos”, explicó. En esas circunstancias recurren a la toma de préstamos para nivelarse, dijo el docente.
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En busca de una segunda actividad
Pero las necesidades de crédito no solo se deben a razones de subsistencia sino también al interés de apostar por un emprendimiento, coincidieron los expertos
En Perú hay una fuerte propensión a emprender y más allá de los ingresos fijos que pueden generar los empleados estatales en la actual coyuntura están buscando una segunda actividad para obtener ingresos complementarios, sostuvo Klinkovich.
“Esa segunda actividad puede ser incluso para sus parejas. En estudios realizados vemos que dentro de los hogares hay un ingreso complementario, ya sea porque se dedican, por ejemplo, a la compra y venta de indumentaria, a la importación de productos del extranjero a través de portales de comercio electrónico o la distribución de mercaderías a provincias”, detalló.
Carrillo refirió que los trabajadores del sector público suelen tener acceso a préstamos del Banco de la Nación y créditos con descuento por planilla en los bancos privados con tasas de interés muy competitivas ya plazos de hasta 84 meses.
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“Muchos apostaron por tomar un préstamo a una buena tasa y lo pagan de a puchitos, y así aprovechan para hacer su emprendimiento”, señaló.
Limeños con presupuesto ajustado
Otros perfiles de limeños que han estado requiriendo financiamiento según la encuesta son los trabajadores independientes (23%), las personas que sienten que no van a poder ahorrar en los próximos seis meses (25%) y aquellos que no llegan a fin de mes ( 24%).
“Es natural que quienes tengan el presupuesto ajustado o no puedan cubrir sus gastos tapen el hueco con deuda, con la expectativa de que en unos meses recuperarán sus ingresos y tendrán la capacidad de pago suficiente”, apuntó Carrillo.
Pero evite tener cuidado con respecto a los riesgos de sobreendeudamiento en estos casos.
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