Vivimos en una sociedad muy influenciada por la competencia malsana y la frivolidad. Decía el famoso director de televisión español Jesús Quintero, que los analfabetos de hoy son los peores porque saben leer y escribir, pero no ejercen. Todo es superficial, frívolo, elemental para que todos puedan entenderlo y digerirlo. También decía que las ofertas televisivas de hoy están diseñadas para un público que no lee y que no le interesa la cultura, que lo que desean es que les entretengan, aunque sea con los más burdos chismes de portera.
Leer en los periódicos que la educación de nuestro país está en crisis, es algo que, a un servidor en lo personal, le da mucha tristeza y preocupación. Un Pueblo sin educación no puede consciente y sabiamente su destino, ni tiene posibilidades de lograr el verdadero progreso (tomado del periódico, Expreso del Ecuador, editorial del día 3 de enero del 2021). En tal sentido decía el gran Pepe Mujica, expresidente de Uruguay “Vamos en invertir en educación, primero en educación, segundo en educación y tercero en educación. Un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos”.
En términos financieros, vivimos en una sociedad más preocupada por el tener que por el ser, a como dé lugar. Las presiones sociales y muchas veces las redes sociales nos quieren vender paradigmas de estilos de vidas lujuriosos y desenfrenados basados en el dinero fácil. Hay personas que no saben arroparse hasta donde la sábana les dé. Quieren vivir una vida que no pueden pagarse aunque tendrán que morirse de hambre por ostentar joyas, ropa cara y vehículos deportivos de última generación. Es lo que conocemos como la cultura del allante. El allantoso es aquel que ante sus supuestos amigos quiere mostrar una holgura financiera que realmente no tiene ni puede mantener. Estas personas carecen de toda educación financiera.
Vivir de esta manera tiene serias consecuencias en sus finanzas personales:
1. Estas personas son más propicias a caer en estafas financieras: cada día son más frecuentes los casos de individuos estafados a través de pirámides financieras o por medio de plataformas digitales de inversión fraudulentas. Esto denota una falta de conciencia financiera, nublada por el deseo de dinero rápido muy típico de aquellas personas allantosas que lo que desean es solo exhibirse como ricos (pero pobres de inteligencia financiera)
2. Caen en un círculo vicioso del sobre endeudamiento: El allantoso, para poder mantener su tinglado generalmente recurre a créditos, cuando se agotan sus fuentes de financiamiento tradicionales, busca mantener su estilo vida a través de fuentes cada vez más riesgosas, como préstamos con usureros o con mal llamadas financieras de poca monta que no tienen ningún tipo de escrúpulos en establecer tasas estratosféricas e instalar sistemas de cobros intimidatorios.
3. Nula presupuestó: Las personas allantosas nunca se manejaron con un presupuesto pues entienden que este valioso instrumento de control financiero les va a limitar su estilo de vida “glamuroso”. Para esta gente llevar a cabo un presupuesto es cosa de tontos, tacaños o mediocres. Todo lo contrario. Las personas que manejan mayor flujo de dinero son aquellas que precisamente son disciplinadas financieramente, creen en el ahorro y el dinero trabaja para ellos, y no al revés.
4. Son más propensos a la depresión: Estas personas, con el tiempo se van a dar cuenta, muchas veces por las malas, que ese estilo de vida no se puede mantener a flote por mucho tiempo y cuando la cortina de humo desaparece y todo salga a la luz, perderán muchos (falsos) amigos y tendrán que vender sus bienes materiales para pagar deudas, lo que muy probablemente les provocará una gran depresión. Para nadie es un secreto que una de las principales causas de suicidios es por problemas financieros.
5. Cero inclinación a crear un fondo de emergencias: Mientras haya flujo de efectivo, que siga la fiesta. Así piensa (y se lo cree) el allantoso. En su mente ofuscada entiende que no es necesario pues siempre existirán los periodos de vacas gordas hasta que llega la debacle sin tener un colchón financiero.
Para finalizar, traigo a colación la famosa frase de la película En Busca de la Felicidad protagonizada por Will Smith “Gastamos dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos”