Luego de elegir un producto, llega el momento del pago y surge la clásica pregunta: ¿Pago en efectivo o con tarjeta?. La tarjeta de crédito suele ser una opción elegida ya que se puede acceder al pago del producto en varias cuotas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos detalles.
Al tener dinero en efectivo, el control de los gastos resulta más fácil. Si lo gastás, te vas dando cuenta que en la billetera queda cada vez menos. En el caso de una tarjeta de débito sucede lo mismo, se realiza el pago y después se puede ver en la cuenta en que se gastó la plata.
Sin embargo, la organización y el manejo del dinero con una tarjeta de crédito es más complicado. Todos quieren una tarjeta de crédito hasta que la tienen, porque se tiene una ilusión de que el dinero es infinito. Se puede pagar varias veces y parece que no pasa nada.
El problema de esto es que se están pagando deudas. Por eso, hay que tener mucho cuidado con su uso, siempre hay que fijar un presupuesto de gasto y llevar a cabo un registro de las compras realizadas.