Cónclave bancario europeo al más alto nivel. Ayer, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) reunió a los representantes de los bancos nacionales para discutir el golpe hipotecario que afrontan las familias ante la acelerada subida de tipos de interés. El encuentro, celebrado en el marco de la reunión de la junta de supervisión, corresponde como toma de contacto entre la EBA, bancos nacionales, académicos y usuarios, que participan en el comité consultivo, para discutir posibles medidas que eviten un sobreendeudamiento en los hogares de los Estados Miembros.
La EBA está alerta ante el aumento que afrontan las familias europeas en el pago de sus cuotas hipotecarias por las subidas de tipos de interes. Además, el organismo europeo está especialmente preocupado ante un posible exceso de deuda de los consumidores, explican las fuentes que asistieron a la reunión. La autoridad teme que los clientes bancarios, sacudidos por la crisis de precios, acudan a opciones de financiación no supervisada y de crédito rápido, que habitualmente imponen el pago de elevadas tasas de interés, y se produce una avalancha de impagos.
Al igual que el sector bancario español y el Gobierno están negociando ayudas para las familias vulnerables que verán aumentar el pago de la hipoteca, este encuentro ha servido para proponer medidas similares a nivel europeo. Según explican fuentes conocedoras de las discusiones, la banca vería con buenos ojos aplicar las moratorias legislativas que estuvieron vigentes durante la pandemia del Covid-19 a cambio de relajar las exigencias de capital, ya que a nivel contable penalizaría al equilibrio de las entidades.
La EBA, por el momento, es reacia. La autoridad bancaria ha expresado que la situación no es equiparable a la crisis sanitaria, puesto que en ese momento, con unos los tipos de interés en negativo, había exceso de liquidez para financiar la economía y ahora preocupa el riesgo de impagos.
Descarta medidas
Igualmente, según estiman las fuentes conocidas de las discusiones, por el momento, la EBA no emitirá una guía a modo de código de buenas prácticas que se aplican a todos los países por igual. Según explicó el organismo, las características hipotecarias de cada Estado son diferentes y, por lo tanto, las necesidades son igualmente distintas. En países como Alemania, la gran mayoría de las hipotecas están formalizadas a tipo fijo y las familias se enfrentan a un problema de crisis de precios por el coste de vida y energético, pero no hipotecario. En otros, como Portugal, predomina el tipo variable, por lo que las familias sí afrontan un impacto en los próximos meses.
El europeo tiene un organismo encima de la mesa propuestas orientadas a la educacion financiera para ayudar a las personas a gestionar sus finanzas personales. También ha recibido sugerencias para rediseñar los productos, y una batería de medidas macroprudenciales para monitorear el riesgo de las entidades.