Estamos en el mes de Halloween y los servicios de streaming nos bombardean con sus mejores propuestas de terror. Ryan Murphy, creador de Historia de horror americana es junto a Mike Flanagan, el nombre de Netflix para estas tareas. Si Flanagan ha estrenado El club de la medianocheMurphy ha cumplido con su contrato con El vigilante. Y tenemos que decir que, al menos en repercusión, ha vuelto a ganar un Murphy que desde luego sabe cómo crear propuestas llamativas. A la misma vez que triunfa con Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, Murphy el saca el jugo a otra historia criminal real. Y es que la serie basado en crímenes reales triunfan igual o más que las películas. Sin embargo, como Rubiono todo es real. No solo eso, si no que merece la pena aclarar, por los oscuros hechos implicados, qué es real y que no de la historia de El vigilante.
¿Qué es real y qué no en ‘El vigilante’?
La historia, protagonizada por Naomi Watts y Bobby Cannavale se basa en los hechos ocurridos en Westfield, New Jersey, en dónde una persona anónima comenzó a dejar cartas amenazadoras en el buzón de la vivienda de una familia adinerada de los suburbios. Aunque el matrimonio formado por Naomi Watts y Bobby Cannavale se llame Dean y Nora Brannock, en la realidad las víctimas fueron Derek y Maria Broaddus. Ambos se mudaron en 2014 al 657 Boulevard de Westfield, NJ, al igual que en la serie. Y sí, ambos sufrieron años de acoso y paranoia junto a sus hijos al recibir cartas de un acosador que decía ser un “vigilante” y “protector”. En la serie podemos ver fragmentos reales de las cartas del acosador, como aquel en el que afirma su deseo de “sangre joven”.
Las licencias vienen sobre todo en los secundarios, en su mayoría, los extraños vecinos de los protagonistas
Los vecinos Jasper y Pearl
Jasper (Terry Kinney) y Pearl Winslow (Mia Farrow) son reales. En la serie son los primeros que conocen y dan bastante miedo, soltando comentarios como el número de huesos de un bebé humano. Parecen estar basados en la familia Langford, según cuenta El corte como “un poco extraños”. Los Broaddus sospecharon de ellos y sus hijos (dos diagnosticados con esquizofrenia), pero la policía los entrevistó y no encontró evidencia alguna.
Los vecinos Mitch y Mo
Los personajes de Mitch (Richard Kind) y Mo (Margo Martindale) también se basan en personajes reales, aunque con grandes licencias.
Mitch y Mo: ¿Los vecinos realmente observaban a la familia desde sillas de jardín, y estaban en un culto de sangre devorador de bebés? Varios testigos afirmaron que sí los observaban sentados en sus sillas de jardín. Sin embargo, la parte en la que, ejem, la pareja está involucrada en un culto satánico que mata bebés y bebe su sangre es una gran y grave licencia poética.
La Sociedad de Preservación de Westfield
La familia no puede marcharse del lugar debido a esta sociedad de conservación del barrio. Sin embargo, no fue exactamente así. Cuando la familia real, los Broaddus, anunciaron su intención de vender la casa a un desarrollador inmobiliario que dividiría la propiedad en dos, 100 vecinos presentaron su disconformidad en una Junta de Planificación en enero de 2017. Sin embargo, su problema no era con la estética interna, si no con el derribo de árboles y el cambio estético externo del lugar.
Theodora Birch y Karen
Era demasiado bonito para ser verdad. El personaje de Noma Dumezweni, una cantante de jazz convertida en investigadora privada, es ficción. Los Broaddus contrataron a un investigador privado, pero se desconocen más datos del mismo.
Y lo mismo podemos decir de Karen, la rosa agente de bienes raíces que interpreta Jennifer Coolidge. Estas dos coloridad y excéntricas mujeres son el toque Murphy de la serie.
El asesinato de John Graff
Sí, es real. En la serie descubrimos que la casa tiene una turbia historia detrás. Un residente, John Graff, también recibió cartas amenazadoras del “vigilante”, y le disparó a su esposa y su madre. Luego esperó a su hija, la mató, fue al partido de baloncesto de su hijo, ya la vuelta también acabó con él.
Esta espeluznantes historia se basa en los crímenes de John List, ocurridos el 9 de noviembre de 1971, y ocurrieron de manera idéntica. Sí, incluso lo de que List, como Graff, perdió su trabajo y gastó sus ahorros familiares antes del día fatídico. List huyó y no fue hasta que una mujer que asistía a su misma iglesia le reconoció tras verlo en Los más buscados de América. Fue arrestado en 1989 y murió en 2008 por complicaciones con la neumonía en prisión.
Sin embargo, la unión de ‘El vigilante’ entre un hecho y otro es ficticio. List vivió en ese mismo sitio 33 años antes que los Broaddus, pero nunca tuvo ninguna relación con el “vigilante” y sus cartas.
El final de ‘El vigilante’ ¿Le encontramos?
La serie de Murphy acaba afirmando que el caso sigue sin resolverse y no miente. La persona o las personas que enviaron esas cartas a la familia Broaddus nunca fueron identificadas. Derek y Maria Broaddus se mudaron, aunque les costó cinco años vender su propiedad. En 2019 la compró una pareja por 959.000 dólares, 400.000 dólares menos que lo que pagaron los Broaddus.