Bogotá — La implementación de finanzas abiertas en el mundo es un paso definitivo hacia la consolidación de ecosistemas digitales. En Latinoamérica, Brasil, México y Colombia se encuentran en etapa de implementación, mientras que Ecuador, Chile y Argentina están en fase de discusión.
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En Estados Unidos y Canadá, se espera que se expida esta regulación en los próximos meses. Por su parte, Reino Unido, la Unión Europea, India y Singapur ya han surtido todas las etapas y actualmente se encuentran en la fase final de implementación.
¿Qué es la banca abierta?
El mundo de las finanzas abiertas busca una interoperabilidad segura en el sistema financiero, permitiendo que terceros proveedores de servicios vigilados y no vigilados (Third Party Providers – TPPs, por sus siglas en inglés) accedan a los datos de los consumidores financieros con su autorización.
A partir de los datos financieros personas de los consumidores, los TPP ofrecen múltiples oportunidades para desarrollar una oferta de valor diferencial que promueva la innovación, competencia y bienestar.
La apertura de los datos o iniciación de datos, son esquemas que requiere de una interfaz de programación de aplicaciones – API (por sus siglas en inglés) para su ejecución.
Una API, tiene como objetivo conectar a través de tecnología a dos entidades, por un lado, un proveedor de APIs, por lo general una entidad financiera, y por el otro, los denominados TTP, quienes pueden ser entidades vigiladas o entidades no vigiladas, esto con el objetivo de poderse comunicar entre sí y compartir los datos que los consumidores autorizan, con el fin de desarrollar nuevos servicios y productos.
Las normas locales
La necesidad tecnológica, la regulación asertiva y las nuevas digitales de los consumidores son el fundamento de las finanzas abiertas en Colombia.
Bajo esta realidad, país cuenta con un robusto sistema de protección de datos, a través del cual se reconoce el derecho a conocer, actualizar y rectificar la información que se haya recogido de los consumidores financieros en bancos de datos (habeas data).
Para este propósito, se dispuso una clasificación de los datos personales (públicos, semiprivados, privados y sensibles) y se fijaron reglas en torno a los derechos de los titulares de estos datos y los deberes de los responsables y encargados del tratamiento de estos.
Este régimen de protección de datos resulta crucial para el desarrollo del esquema de finanzas abiertas establecido en el Decreto 1297 de 2022.
Con esta regulación se busca promover la competencia, la inclusión y la eficiencia en la prestación de servicios financieros, en la medida que permita a las entidades financieras perfilar mejor a sus usuarios y desarrollar estrategias y alianzas con entidades de otros sectores.
Este decreto establece deberes y facultades en la cabeza de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC), tanto para el esquema de apertura de datos como para el de iniciación de pagos.
Para la apertura de datos, la SFC deberá establecer los estándares tecnológicos, de seguridad y otros; así como establecer el seguimiento al avance de implementación de dichos estándares por parte de sus entidades vigiladas.
Por su parte, para el esquema de iniciación de pagos el mencionado decreto, establecer que la Superfinanciera deberá definir las reglas de autenticación y confirmación de órdenes de pago resultado de la operación por parte del emisor.
De igual forma, la Superfinanciera podrá impartir instrucciones para que las actividades de iniciación de pagos se ejecuten en condiciones de seguridad, transparencia y eficiencia, así como realizar la ampliación de políticas y procedimientos para identificar, prevenir y administrar conflictos de interés.
Por lo anterior, la Superfinanciera tiene el desafío de desarrollar un modelo de finanzas abiertas que garantiza la interoperabilidad y competencia.
Los 5 pasos que vienen
Para la Superfinanciero los estándares y experiencia internacional, son fundamentales para el proceso de implementación y la construcción del pilar de diseño de su arquitectura financiera abierta.
Mediante el diseño y diagnóstico, la Superfinanciera define su Hoja de Ruta de Finanzas Abiertas con el acompañamiento del Banco Mundial, asegurando una convergencia acorde con las mejores prácticas.
En la primera etapa del diseño de esa hoja de ruta, denominada sensibilización, se tendrán conversaciones con expertos, con el fin de obtener la mayor información.
En la segunda etapa, se realizará un diagnóstico con las entidades vigiladas y no vigiladas, con el objetivo de identificar el grado de innovación tecnológica y las necesidades que se tendrán.
En la tercera etapa, se realizarán talleres con el Banco Mundial y la Superfinanciera, donde se tendrá como objetivo coordinar y definir la gobernanza y el alcance de las finanzas abiertas en Colombia.
En la cuarta etapa se iniciará un proceso de validación, involucrando a otras autoridades y la industria, con el fin de obtener retroalimentación y comentarios acuerdos entre todos los interesados. Todo lo anterior se verá materializado en la Hoja de Ruta de Finanzas Abiertas de la SFC que será publicada en diciembre de 2022 y que tendrá los hitos y actividades que a desarrollarán desde el primer trimestre de 2023.
Y por último, la quinta etapa consistirá en la publicación de los estándares de finanzas abiertas para Colombia. Todo esto dentro del período de doce meses, definido por el Decreto 1297 de 2022.