Una alegría para los pensionistas. El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana la revalorización de las pensiones para el año 2022, que supone una subida del 2,5% para las prestaciones contributivas y del 3% para las no contributivas. Gracias a este incremento, un jubilado de 65 años con un cónyuge a su carga cobrará como mínimo 890 euros al mes en 14 pagas. Así llegó establecido en la reciente reforma del sistema público de pensiones, que vinculaba el incremento de las pensiones a la inflación media anual del año anterior. En concreto, la subida del 2,5% tomada como referencia el índice de precios de consumo (IPC) entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021.
La mala noticia para los jubilados es que esta subida de las prestaciones apenas se notará en el bolsillo de los ciudadanos. El culpable de esa escasa repercusión es la elevación elevada, ya que los precios no han dejado de subir en los últimos meses. La tasa de variación del IPC se disparó hasta el 6,5% en diciembre, según el dato definitivo publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Por tanto, los precios están subiendo mucho más rápido que las pensiones. ¿Cómo se puede completar esta prestación para evitar la pérdida de poder adquisitivo?
Antes de que la inflación se disparara, muchos españoles ya eran conscientes de que la pensión pública era insuficiente para poder mantener el poder adquisitivo obtenido durante la vida laboral. Por eso, los expertos recomiendan planificar bien la jubilación desde el punto de vista financiero mucho antes de que llegue el momento de retirarse y empezar a ahorrar lo más pronto posible. La elevada subida de los precios vivos en los últimos meses hace que esta recomendación tenga más vigencia que nunca.
Existen multitud de productos financieros en el mercado para complementar la prestación pública, aunque no todos resultan igual de interesantes. Sin duda los planes de pensiones son los más conocidos, pero no son los únicos. Finect cuenta con un escaparate de productos financieros para la jubilacion que permite a los usuarios encontrar un amplio abanico de opciones para preparar su retiro.
Los planes de pensiones ahora son menos interesantes
Si hay un producto financiero preferido por los españoles que quieren ahorrar de cara a la jubilación son los planes de pensiones. Se trata de un producto de ahorro a largo plazo diseñado exclusivamente para el retiro de la vida laboral. El funcionamiento es muy sencillo: el cliente realiza aportaciones periódicas y los gestores invierten ese dinero hasta que el usuario se jubila. Entonces, puede rescatar su plan de pensiones obteniendo el dinero depositado a lo largo de los años y la rentabilidad.
Un inconveniente de los planes de pensiones es que los clientes no pueden retirar el dinero en el momento en el que estimen oportuno. Se trata de un producto pensado para la jubilación, por lo que solo se puede rescatar cuando llega el momento de retirarse de la vida laboral, salvo contadas excepciones como largo desempleo o enfermedad grave. A partir de 2025, también se podrán retirar las aportaciones que tengan 10 años de antigüedad.
La razón de su popularidad es el beneficio fiscal que tienen estos productos financieros, ya que las aportaciones realizadas durante un año sirven para rebajar la base imponible del IRPF. A la hora de la declaración de la Renta, los impuestos de ese ciudadano se calculan como si hubiera ganado menos dinero. Sin embargo, tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2022, los planes de pensiones individuales resultan menos interesantes desde el punto de vista fiscal. Si antes de 2020 el capital máximo estaba situado en 8.000 euros, a partir del 1 de enero se ha reducido a 1.500 euros
Los seguros de ahorro suponen invertir con un seguro de vida
Las aseguradoras también cuentan con unos productos financieros que ayudan a complementar la pensión. Se trata de los unit linked (fondo de seguro diversificado, en español), también conocidos como seguros de ahorro, que son comercializados por empresas como Santalucía, Mapfre y Caser. Estos vehículos se invierten en una cesta de fondos o de acciones, teniendo a la vez un seguro de vida. Una diferencia respecto a los fondos de inversión es que permiten la designación de herederos.
Los planes de previsión asegurados garantizan la inversión
Un producto parecido a los planes de pensiones son los planes de prevision asegurados (PPA), ya que se trata de un vehículo de ahorro a largo plazo con un funcionamiento similar. La fiscalidad también es la misma, por tanto, el capital máximo a desgravar se sitúa en 1.500 euros. La principal diferencia es que el capital aportado año a año debe estar asegurado, algo que no ocurre en los planes de pensiones.
Los rendimientos de los SIALP no pagan IRPF
Al igual que en los casos anteriores, otro producto comercializado por las aseguradoras son los seguros individuales de ahorro a largo plazo (SIALP), también conocidos como Plan de Ahorro 5. Se trata de un seguro de vida-ahorro que se caracteriza por garantizar parte del dinero invertido, como mínimo el 85%. La inversión máxima anual se sitúa en 5.000 euros. La gran ventaja es que los rendimientos generados están libres de pagar el IRPF si se mantiene la inversión durante al menos cinco años.