Hoy, 3 de octubre, se celebra el Día de la Educación Financiera, una fecha con la que se pretende concienciar a la población en favor de “aprender a planificar nuestros gastos y tomar las riendas para lograr nuestros objetivos vitales”. Así lo describe Victoria Iglesias, abogada y educadora financiera en Cangas. Forma parte de la AEPF (Asociación de Educadores y Planificadores Financieros) y trabaja para que cualquier ciudadano sea capaz de tomar decisiones en función de sus objetivos educativos para el futuro: “Ya sea comprar una casa, abrir un negocio o garantizar la de nuestros hijos , el servicio que prestamos a los educadores financieros consiste en desgranar cada situación y enseñar a planificar todos los pasos. En definitiva, permite al ciudadano adquirir conocimientos y habilidades que le ayuden a gestionar sus finanzas personales.”
Las claves, comenta, son la conciencia y las estrategias, que principalmente atañen a cinco pilares financieros. Primero, el endeudamiento: “La idea es que no dediquemos más de un 70% a los gastos esenciales (y entre ellos, se recomienda que el gasto en alquiler o hipoteca no supere el 30% de los ingresos)”. Después, el presupuesto, es decir, nuestro presupuesto familiar: “Planificar correctamente los gastos anuales para no terminar ningún mes en números rojos”. Otro tema es la protección: “A quién es importante asegurar para proteger a la familia y el ahorro”; y la jubilación: “Trabajamos con un software con datos del INE, que nos ayuda a ofrecer un plan personalizado para calcular pensiones”. Por último, la inversión “Es el último paso, la forma más eficaz y eficiente de alcanzar los objetivos vitales.”
También destaca la importancia de tener un “peto”, un fondo para emergencias “como mínimo equivalente a 3 meses de nuestro consumo.”
Pero lo más importante, es la toma de conciencia. Sí se puede, indiferentemente de lo que se ingrese. Sólo hay que cambiar el chip.