● Los podcasts de finanzas.com también están disponibles en su aplicación favorita: Manzana | Google | Ivoox | Spotify | YouTube
Transcripción del podcast
Poner el dinero a trabajar en España y conseguir plusvalías es un error, según se desprende de las medidas fiscales que ha aprobado el Gobierno de Sánchez.
Cuando las crisis se desbordan, cuando los gobiernos empiezan a perder el control, la tentación es siempre gravar el ahorro, aunque sea injusto y un error que nadie se atreve a corregir.
Posiblemente porque son las decisiones que menos desgaste provocan a los gobernantes. El ahorrador tiene asumido desde hace mucho tiempo el maltrato fiscal que sufre y además no tiene quién le defiende.
Y Sánchez y Montero aprovechan cualquier modificación fiscal para dar otro palo al ahorro. Siempre se encuentran un hueco para atizarle.
El castigo viene de atras
Es justo reconocer que la persecución a los ahorradores no es exclusiva de este gobierno, que anteriormente Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy también penalizaron las plusvalías.
Pero también es cierto que es el Ejecutivo de Sánchez el que más obsesionado está con desincentivar el ahorro, con demonizar a los inversores. Y ha cruzado algunas líneas rojas, como hizo, por ejemplo, con los planes de pensiones.
Este instrumento de ahorro finalista ha quedado muy tocado en un momento en que es fundamental, sobre todo a tenor de la desconfianza que para el futuro del sistema público de pensiones genera la reforma fiscal del ministro Escrivá.
Y ahora con este último paquete, dan otro apretón al ahorro, al castigar las rentas del capital, en un escenario en el que los ahorradores no paran de acumular minusvalías por la crisis que atraviesan los mercados financieros.
Así, sube un punto a las rentas del ahorro de más de 200.000 euros, pasando del 26 al 27 por ciento, mientras que para las plusvalías de 300.000 euros la subida es de dos puntos, hasta el 28 por ciento. Se empieza por aquí ya continuación se estrecha el cerco sobre más ahorradores. Es la estrategia de siempre.
dudas con la eficacia de los impuestos
Y otra cuestión aparte es la efectividad de estas medidas, porque los cálculos del Gobierno siempre fallan. Lo vimos con la tasa Tobin, que grava la compra de acciones españolas de más de 1.000 millones de euros de capitalización bursátil.
Hacienda esperaba recaudar 850 millones de euros el año pasado, pero no llegó a 280. Lo que refleja que los inversores prefirieron invertir en acciones de otros países que no penalizan la inversión. El daño que está haciendo esta tasa al mercado español seguro que supera con creces su recaudación.
● Añada las noticias de finanzas.com a sus redes sociales: Gorjeo | LinkedIn | Facebook | Flipboard | Telegrama | Instagram