La inestabilidad económica ha despertado la inquietud de inversores y ahorradores. Por ese motivo, el asesor financiero ha cobrado una importancia aún mayor en los últimos años. Una figura en auge que ya utiliza como principal canal de relación con el cliente desde hace muchos años entidades como Banco Mediolanum. Aunque es indudable que esta figura puede aportar información, tranquilidad y confianza a los inversores, hay una serie de criterios que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un asesor financiero para lograr los objetivos financieros.
Priorizar nuestras metas financieras
Muchos inversores todavía se muestran reacios a contar con un asesor financiero y deciden gestionar sus inversiones de forma independiente, lo que puede llevar a tomar decisiones muy arriesgadas o incluso equivocadas. En muchos casos, esta reticencia se debe, simplemente, al desconocimiento de lo que es realmente el asesoramiento financiero personalizado. Los beneficios son múltiples. Contar con un asesor permite tener a nuestra disposición un profesional que nos escucha y nos acompaña en la planificación de nuestras finanzas personales: un especialista que nos ayuda a identificar qué necesidades y objetivos financieros tenemos, ya buscar las soluciones más adecuadas para conseguirlos.
Buscar asesoramiento especializado
Otra de las ventajas clave del asesor financiero es su conocimiento del mercado financiero y de nuestro propio perfil como inversores. Gracias a su formación especializada, el asesor puede configurar un plan adaptado a nuestro perfil de riesgo ya esos objetivos y ahorros de inversión. Además, contar con un asesor de confianza nos permite establecer estrategias de inversión según el horizonte temporal de cada objetivo. No es lo mismo ahorrar a corto plazo para tener un colchón para imprevistos, que hacerlo con vistas a objetivos de largo plazo como la jubilación.
Desconfiar de promesas poco realistas
A pesar de lo anterior, en ocasiones podemos encontrarnos con supuestos asesores que prometen más de lo que se puede cumplir. La mejor forma de asegurarnos de la confianza de nuestro asesor es comprobar que trabaja en un lugar autorizado. En general, los asesores que forman parte de entidades financieras, gestoras de carteras y agencias de valores tienen el respaldo de la institución para la que trabajan.
Establecer una relación personal con el asesor
Un asesor financiero nos conoce realmente y sabe cuál es nuestro perfil como inversores: para ello el profesional debe dedicar el tiempo que necesitemos y estar a nuestra disposición para encontrar las soluciones de ahorro inversión que realmente se adaptan a nuestros intereses. Todo ello nos permite establecer un vínculo y una relación de confianza. Aunque la digitalización de los servicios es una ventaja indudable, la relación personal con el asesor financiero es un factor cada vez más importante tanto para clientes como para entidades financieras.